Lores admite que «non foi prato de bo gusto» declarar a Rajoy no grato

Serxio Barral Álvarez
Serxio barral PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

RAMON LEIRO

El alcalde desvela que Feijoo le llamó el domingo para tratar de frenar la iniciativa

24 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La comunicación telefónica se produjo «o domingo, á hora da misa». Veinticuatro horas antes del pleno municipal en el que se iban a debatir las mociones de PSOE y Marea Pontevedra para declarar a Mariano Rajoy persona non grata en su propia ciudad, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, llamó al alcalde de Pontevedra para tratar de frenar la iniciativa. Lo desveló ayer el regidor, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG). «Chamoume para dicir que non lle parecía ben, e eu... ¿que queres que che diga? Pois lle dixen que Rajoy o ten ben merecido».

El apoyo de los doce concejales del BNG fue decisivo para aprobar la propuesta, pues PSOE y Marea apenas suman cinco de los 25 votos del pleno de la corporación municipal de Pontevedra, de la que también forman parte PP (siete concejales) y Ciudadanos (uno).

Lores subrayó ayer que lo que hizo su grupo fue apoyar una iniciativa presentada por otros. «É obvio que nós non fixemos a proposta, e non o faríamos porque non queremos desviar o foco do principal, que é a prórroga concedida a Ence». Lores, que aseguró que no le gustan «as gaiteiradas» en la política, incluso reconoció que «non é prato de bo gusto» aprobar una reprobación de este tipo y que es «feo» que un presidente del Gobierno «remate a súa vida política» recibiendo tal declaración en su ciudad, pero entiende que «non merece outra cosa porque a prórroga a Ence supón que a ría vai seguir roubada 60 anos máis». Por ello, enfatizó, al grupo del BNG no podía hacer más que apoyar la reprobación.

No lo ve así el propio afectado, Mariano Rajoy, que en una entrevista concedida en la misma noche del lunes al canal 13TV lamentó que el alcalde hubiera secundado la moción de PSOE y Marea. «Podría decir que me importa un bledo lo que digan estos señores, que son unos radicales. Pero no, no me gustó. Y sí creo que el alcalde no debiera haberlo hecho», señaló el presidente del Gobierno en funciones, que también admitió que le dolió la moción aprobada. «Me ha producido dolor. Llegué a vivir a Pontevedra a los 15 años y muchos de mis amigos son de allí. Mi mujer es de Pontevedra y voy allí siempre que puedo (...). Me siento muy pontevedrés. Allí he vivido con mis padres y mis hermanos durante muchos años, fui concejal y presidente de la Diputación... Y ahora soy la primera persona en la historia declarada persona non grata en Pontevedra».

Lores no comparte esa visión tan pontevedresista de Rajoy y recordó que en toda su etapa como presidente del Gobierno no llamó ni una sola vez al alcalde de «su» ciudad o que ni siquiera cursó ninguna visita oficial al Ayuntamiento a pesar de que es más que evidente que Rajoy estuvo en numerosas ocasiones en Pontevedra en estos cuatro años. En la alcaldía incluso se guarda una carta del jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, que en febrero del 2012, en respuesta a una invitación formal del alcalde para que el presidente visitara Pontevedra de manera oficial, anunciaba que tomaban nota de la invitación «al objeto de buscar el momento más adecuado para realizarla». Dicha visita nunca se produjo.

El presidente gallego ve «un acto de vileza e de falta de elegancia política»

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, se sumó ayer al coro de voces, principalmente del PP, que rechazan la declaración aprobada el lunes por el pleno de Pontevedra. Lo vio como «un acto de vileza e de falta de elegancia política porque non se corresponde nin coa maneira de ser da cidade de Pontevedra, nin coa maneira de ser dos galegos nin coa forma de entender a política e as competencias dun concello». Según informa Manuel Cheda, Feijoo calificó el pleno del lunes como «espectáculo carnavalesco», y agradeció «as mostras de cariño e afecto» de los ciudadanos que acudieron a la sesión para mostrar su rechazo.

Feijoo no dudó en vincular la moción presentada conjuntamente por Marea y PSOE con la negociación que se lleva a cabo en Madrid para tratar de formar un Gobierno alternativo al del PP. La moción de Pontevedra, apuntó, «é unha mostra do sectarismo e revanchismo que nos pode esperar se prosperan determinadas combinacións políticas nas distintas institucións ou no Goberno central».

Precisamente, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, aseguró a través de su cuenta en Twitter que la declaración de Rajoy como no grato fue urdida en Madrid. «Qué vileza y qué torpeza -escribió-. Una estrategia revanchista dirigida desde Madrid. Ya me gustaría a mí que Mariano Rajoy fuera de Zamora».

También la vicepresidenta cuarta del Congreso, Rosa Romero, condenó esta «sucia maniobra política» y este «hecho tan vil a un presidente del Gobierno». A su entender, que el PSOE fuera uno de los promotores de la iniciativa no es un hecho «aislado», sino que «se generaliza en su forma de actuar en toda España. Es triste ver a un PSOE cómplice de estas barbaries».

«Que me digan que institución é máis democrática que este Concello»

Fernández Lores se mostró molesto con quienes tachan la «antidemocrática» y «sectaria» la decisión de nombrar a Rajoy no grato. «Que me digan onde hai unha institución más democrática que este Concello, que celebra os plenos no Teatro Principal, que permite o libre acceso, que non impide que o público porte carteis e que soporta berros e as descualificacións cara aos concelleiros sen expulsar a ninguén». Lo comparó con el Parlamento de Galicia, del que recientemente se expulsó «a unha activista de Defensa da Ría de oitenta anos por levar un carteliño contra Ence».