La ambición de ser presidente

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

GALICIA

Sánchez nació en el barrio madrileño de Tetuán el 29 de febrero de 1972. Su padre es empresario y su madre funcionaria. Estudió bachillerato en el Ramiro de Maeztu.
Sánchez nació en el barrio madrileño de Tetuán el 29 de febrero de 1972. Su padre es empresario y su madre funcionaria. Estudió bachillerato en el Ramiro de Maeztu.

El líder socialista es un optimista con fe ciega en sí mismo y determinación que siempre quiso llegar a lo más alto

07 feb 2016 . Actualizado a las 10:28 h.

Fue en enero del 2013. Viajaba camino de Huesca con su mujer. Un año y medio antes, Pedro Sánchez había abandonado la política al quedarse fuera del Congreso por un solo puesto. Durante ese período trabajó como consultor y profesor y acabó su doctorado en Economía y Empresa. La exministra Cristina Narbona abandonaba su escaño y el turno le pasaba a él. «Si entro, que sea para montarla; si vuelvo, que sea para hacer algo grande». Ese día decidió que se presentaría a las primarias.

Este político que surgió de la nada y fue diputado por carambola, en el 2009 por la renuncia de Pedro Solbes y en el 2013 por la de Narbona, intenta ahora la cuadratura del círculo, ser presidente con solo 90 escaños. Un reto sin precedentes en la democracia española. Solo un optimista con fe ilimitada en sí mismo se atrevería a intentarlo. Pero en ello le va su supervivencia política.

Seguro de sí mismo y cabezón

Quienes le conocen bien, sus amigos y políticos con los que ha trabajado, aseguran que siempre aspiró a llegar a lo más alto y destacan su determinación, energía desbordante, constancia, aguante, seguridad en sí mismo e incluso su cabezonería. Lo demostró en su frenética campaña para darse a conocer a la militancia, en la que recorrió 45.000 kilómetros a bordo de su Peugeot 407. En ese periplo hizo gala de otra de sus características, su empatía natural para sintonizar con la gente, mostrándose accesible y cercano. Se dejaba fotografiar sin parar y llamaba a los militantes por su nombre, la misma técnica que usa en las ruedas de prensa para dirigirse a los periodistas.

Fue jugador de baloncesto del Estudiantes (abajo a la izquierda) en el puesto de alero y se planteó ser profesional, pero lo dejó a los 21 años. Mide 1,90.
Fue jugador de baloncesto del Estudiantes (abajo a la izquierda) en el puesto de alero y se planteó ser profesional, pero lo dejó a los 21 años. Mide 1,90.

Pasó de ser un gran desconocido a ganar las primarias. Contó entonces con el apoyo crucial de Susana Díaz, su actual adversaria, que se mantiene al acecho para arrebatarle el sillón. La presidenta andaluza quería evitar que ganara Eduardo Madina y creyó que George Clooney, como le llamaba, iba a ser una marioneta en sus manos. Pero el principal apodo de este exjugador de baloncesto de 1,90 de estatura, 43 años y pinta de galán, es El guapo, lo que utilizan sus enemigos para decir que detrás de su físico y su eterna sonrisa no hay una sola idea política, solo una ambición sin límites.

Nacido en la zona más acomodada del barrio madrileño de Tetuán, de familia socialista, su padre empresario y su madre funcionaria, estudió el bachillerato en el Instituto Ramiro de Maeztu, se afilió al PSOE con 21 años tras la victoria en 1993 de su gran ídolo Felipe González y se licenció en Economía y Empresas en un centro privado adscrito a la Complutense, donde se pagan 500 euros al mes. Desde noviembre del 2012, es doctor en Economía y Empresa. Su tesis doctoral, plagada de anglicismos, se titula Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público (2000-2012).

Sánchez y Begoña Gómez con su dos hijas, Ainhoa, de 10 años, y Carlota, de 8, en un día del colegio público donde estudian ambas.
Sánchez y Begoña Gómez con su dos hijas, Ainhoa, de 10 años, y Carlota, de 8, en un día del colegio público donde estudian ambas.

Críticas a su tesis doctoral

Su negativa inicial a permitir su lectura provocó polémica, así como que le dieran la máxima calificación, apto cum laude, exagerada para un trabajo poco relevante según algunos especialistas. Fue miembro de la Asamblea de Caja Madrid, durante su etapa de concejal de Madrid, uno de los capítulos de su currículo que más se le ha criticado. En su biografía oficial siempre lo ha ocultado, ya que obtuvo una bonificación del 30 % en su préstamo hipotecario.

Sus comienzos como secretario general fueron desconcertantes. En el partido no daban crédito a sus ocurrencias y desmentidos. Llegó a decir que el Ministerio de Defensa sobraba y a proponer que se organizaran funerales de Estado para las víctimas de la violencia machista. Enfureció a José Luis Rodríguez Zapatero cuando abogó por corregir la reforma del artículo 135 de la Constitución que pactó con Mariano Rajoy para incluir el techo de gasto. La fórmula Pdro Snchz que utilizó para rebautizarse fue objeto de burlas.

Sánchez ha sido un pionero en la utilización de los programas televisivos de entretenimiento. No dudó en llamar a Sálvame y luego apareció en los espacios de Pablo Motos, Jesús Calleja y María Teresa Campos.

El matrimonio frente a una gigantesca bandera española en la presentación de su candidatura. «Los Obama del PSOE», se les llamó.
El matrimonio frente a una gigantesca bandera española en la presentación de su candidatura. «Los Obama del PSOE», se les llamó.

El papel de su mujer

Pero si algo ha demostrado Sánchez en sus 18 meses al frente del PSOE es que de blando no tiene un pelo. Guante de seda en mano de hierro. No le tembló el pulso para destituir al líder del PSM, Tomás Gómez, un viejo rival que en su día le relegó a un puesto no elegible de la lista por Madrid. Pero el punto culminante fue cuando espetó a Rajoy en el debate electoral que no era decente. Los analistas creen que si no lo hubiera hecho el PSOE habría obtenido unos resultados aún peores.

Su mujer, Begoña Gómez, es un pilar fundamental para Sánchez. Bilbaína criada en León, licenciada en márketing, experta en captación de fondos para oenegés y socia-directora de la empresa Task Force. Lo suyo fue un flechazo. Antes de conocerla, Sánchez era «un poco bala», según confesó a Bertín Osborne. Pero si hay algo que le indigna es que se inmiscuyan en su vida familiar, más aún en la de su esposa. Le sentó muy mal que el digital Vozpópuli publicara que el padre de esta fue propietario de saunas gays en Madrid.

¿Cómo se enfrenta a la misión casi imposible de ser presidente? Seguidor del Atlético de Madrid, le gusta repetir la máxima del Cholo Simeone, partido a partido. Pero Pablo Iglesias no quiere salir a jugar si no es con sus propias reglas.