José Luis Gutiérrez Aranguren: «El verdadero asesino de Asunta está ahí fuera»

GALICIA

XOÁN A. SOLER

El abogado de Rosario Porto afirma que una persona «tan preparada» como defendida no lo haría así si quisiera matar a su hija

01 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Si no fueron sus padres, «que no lo fueron y en este juicio se verá», el asesino de Asunta «está ahí fuera». Con estas palabras concluyó el abogado de Rosario Porto su alegato, un discurso dirigido al jurado en el que fue muy crítico con los investigadores y con la instrucción en general, y en el que intentó convencer al tribunal popular de que una persona tan inteligente como su clienta, abogada de profesión incluso, «nunca cometería» un asesinato como el que nos ocupa, sin ningún tipo de cuidado ni cautela. Porque «nadie que quiera matar a una persona cercana lo haría de esa forma». Gutiérrez Aranguren pidió al jurado que reflexionase sobre ello, si es «creíble o no» que alguien con conocimientos legales como es ella, de estar dispuesta a acabar con la vida de su hija, «le administrase para ello durante meses un medicamento ignorando que todo ello saldría en los análisis, o que ni siquiera se deshiciera de la ropa de aquel fatídico día en la que se encontraron restos del ansiolítico». Rosario tiene capacidades de sobra para no cometer esos errores. Por tanto, «el asesino anda por ahí».

Dicho eso, dirigió su discurso hacia el hombre del semen e, incluso, al pederasta de Ciudad Lineal, detenido el año pasado por secuestrar y abusar de niñas de la edad de Asunta. Lamentó Aranguren que «no se quisiera investigar» lo suficiente. Incluso puso en duda la versión oficial de que había existido un grave error en el laboratorio policial -se utilizó el mismo material para analizar la ropa de Asunta y un caso de violación en Madrid, apareciendo en la prenda de la niña el ADN del acusado de la agresión sexual-. Para ello echó mano del informe de los forenses que levantaron el cadáver de Asunta en el que se dice que la blusa de la niña presentaba una mancha que podría ser semen. «Pues bien, esa prenda fue la que se llevó a analizar y justo donde se decía que había una mancha fue donde los agentes de la científica dijeron que la habían contaminado por error. Justo ahí se produjo la contaminación. Es extraño», dijo. Tampoco le gustó la actitud de los investigadores en cuanto que «no comprobaron fielmente» la coartada del hombre del semen. «Ni siquiera investigar» tampoco si el pederasta que actuó durante meses en Ciudad Lineal pudiera estar en Santiago el día que mataron a Asunta. «Había que haberlo hecho, porque el perfil de las víctimas y el modo de actuar es idéntico al del crimen de la hija de Rosario», subrayó.

Echó todavía más leña sobre los investigadores. Aranguren criticó que nunca consideraron a los padres como víctimas, sino como culpables, «a pesar de que ellos abrieron puertas y ventanas de sus casas sin ninguna orden porque eran los primeros interesados en colaborar».

No dejó el abogado en el tintero ninguno de los indicios que maneja la acusación contra Rosario. Para todo tuvo una explicación. Puso en duda la investigación de las cámaras que captaron a Rosario y en cuanto al móvil de que la mataron porque les estorbaba, le parece «ridículo». Si fuese así, hay mil formas, y ninguna violenta, dijo, para estar lejos de la niña, como internarla o dársela al padre.