El presidente del Gobierno se pasea por la villa termal para promocionar un pueblo turístico que renació de sus cenizas y «escuchar a los gallegos»
12 ago 2015 . Actualizado a las 09:23 h.Se prestó a cuanto selfie le pedían y animó a sus forofos a «continuar así». El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, aprovechó sus vacaciones para visitar ayer la villa termal de Mondariz Balneario, el ayuntamiento más pequeño de Galicia y referente turístico, «escuchar a los gallegos» y dar el pistoletazo de salida a la precampaña de las elecciones generales.
Rajoy recordó su pasado como presidente de la Diputación de Pontevedra. Entonces, el viejo Gran Hotel seguía en ruinas por el incendio de 1973. Hoy luce espléndido tras su rehabilitación. «Yo he visto crecer Mondariz Balneario y el salto es impresionante», dijo el presidente, para quien resulta un «orgullo» la labor de recuperación de la villa, un pueblo muy pequeño «pero emblemático, con importancia cualitativa».
El mandatario realizó brindó con agua del municipio y, a continuación, destacó los éxitos que está consiguiendo el sector turístico. «En el primer semestre del año han venido 27 millones de visitas a España. En el caso de Galicia han sido 1,7 millones, más que en el año Xacobeo del 2010 y con un crecimiento respecto al año anterior de 19 %. Para finales de año esperamos que hayan visitado España 68 millones de extranjeros. Somos el segundo país del mundo con más turistas y si la gente viene, por algo será, porque tenemos infraestructuras, servicios y muchos atractivos».
El presidente del Gobierno disfrutó de los atractivos de la villla y así, tras firmar en el libro de honor del Ayuntamiento Rajoy recorrió a pie la travesía principal y la senda que bordea el río Tea. Lo hizo acompañado por un grupo nutrido de turistas que le saludaban entusiasmados y se querían fotografíar con él. «Somos de Bilbao», le advertía una señora. «Yo soy de Madrid», añadía otra mientras se sucedían los enfoques desde de los móviles. El alcalde de Mondariz, José Antonio Lorenzo, viejo amigo de Rajoy, no podía ocultar su satisfacción porque el pistoletazo de salida de la precampaña se diese en su municipio y se proyectase la imagen de la villa.
Junto al dirigente popular caminaba el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, muy preocupado con los fuegos, la ministra Ana Pastor, recién llegada de Egipto y con ganas de relajarse en Sanxenxo a partir del día 17. No faltaron a la cita Rafael Louzán, presidente provincial del partido, ni los alcaldes del PP en O Condado y A Paradanta. Tampoco quiso perderse la visita la directora de Turismo, Nava Castro.
Por la calle, el alcalde le iba explicando a Rajoy anécdotas del pueblo. Hasta que llegaron a la fuente de la Gándara, donde el agua huele a huevos podridos pero es muy saludable. Rajoy se la bebió. Un trago que había que superar, como la crisis. Luego tocó la sesión de trabajo con alcaldes y dirigentes, incluido el secretario, Alfonso Rueda. Fue una hora de reunión «para ir trabajando para las elecciones generales», aseguró Rajoy.