La ofrenda que se quedó a medias

Xosé María Palacios Muruais
Xosé María Palacios LUGO / LA VOZ

GALICIA

ALBERTO LÓPEZ

El cofre que simboliza el pasado del acto, nacido en el siglo XVII, no se llevó al altar mayor mientras la alcaldesa de Mondoñedo leía el discurso

16 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La ofrenda presentada anteayer en la catedral de Lugo estuvo un poco incompleta. Uno de los gestos que se realizan cada año, durante la ceremonia religiosa que tiene lugar en la catedral, es la entrega de un cofre, situado durante la misa al lado de las autoridades. Anteayer, sin embargo, ese detalle no se respetó, y el cofre quedó en su sitio mientras la oferente -la alcaldesa de Mondoñedo, Elena Candia- se dirigía -acompañada por dos canónigos, como es preceptivo- al altar mayo del templo para leer su intervención.

Ese pequeño olvido no implica que la ofrenda hubiese quedado sin presentarse, ya que lo que hoy simboliza la parte central del acto, como reconocieron ayer fuentes del Obispado de Lugo, es precisamente el discurso, que pronuncia un representante municipal y al que responde una autoridad eclesiástica.

Cantidad en metálico

Los ayuntamientos de las siete ciudades del Antiguo Reino que se turnan en la ofrenda -Lugo, Ourense, Tui, Santiago, A Coruña, Betanzos y Mondoñedo- realizan una aportación simbólica para gastos de la catedral, algo que está en el origen de la ofrenda; pero lo hacen en la sacristía, al final de la misa y de la procesión, entregando una cantidad en metálico.

Es aportación se efectúa por una solicitud de la Iglesia, puesto que el cabildo de la catedral se dirigió, hace casi 350 años, a Lugo y a las otras seis mencionadas ciudades para que contribuyesen al culto al Santísimo. La Junta del Antiguo Reino estableció en 1669 que se entregase una cantidad suficiente para el gasto de cuatro velas que alumbrasen día y noche.

Pertenencia a la catedral

El cofre, que está construido en plata y que se coloca cerca del altar mayor, pertenece a la catedral mayor y simboliza precisamente ese pasado de la ofrenda. Acabado un acto anual como el de anteayer, queda otra vez guardado en la catedral, y este año no ha sido una excepción. Parece que las prisas o un pequeño descuido de protocolo causaron ese despiste, con el cofre junto al coro mientras la oferente leía su discurso.

La intervención de Elena Candia fue contundente en defensa del acto por su arraigo en la tradición gallega y por su crítica a los que decidieron no asistir, tal como hicieron los respectivos regidores recién elegidos en Santiago y en A Coruña, Martiño Noriega y Xulio Ferreiro.

Mientras, en Santiago sigue la controversia por el papel del regidor en actos como el de Lugo y por la ofrenda al Apóstol. El portavoz municipal del PSOE, Francisco Leis, sugirió que el alcalde debía de actuar como delegado regio en la ofrenda del mes próximo, pese a la ya anunciada postura de Noriega, que espera que el Rey no le pida cumplir esa función, sí desempeñada por otros alcaldes anteriores .

Superación de polémicas

El alcalde, por su parte, se mostró confiado en superar polémicas de «corto plazo», y agregó que en este recién comenzado mandato intentaría buscar acuerdos con otras instituciones en cuestiones en las que «no haya puntos de desencuentro».