Asegura que hace 30 años que no tiene ninguna relación con su nieto, detenido en Majadahonda, pero tampoco con su hija, que reside en Lugo
23 abr 2015 . Actualizado a las 15:19 h.La relación del abuelo paterno del presunto descuartizador de Majadahonda con su madre, Yolanda Vega, es casi nula desde hace tres décadas, por lo que no es de extrañar que este vecino de Samos no conociera ningún detalle sobre lo sucedido con su nieto, Bruno Fernández. «Manda carallo o que me estás contando, estou moi asustado e sorprendido», manifestó después de conocer a través de La Voz de Galicia una parte de los detalles sobre el suceso cometido presuntamente por Bruno en un chalé adosado de Majadahonda.
El hombre hizo memoria para recordar la última vez que había visto a su nieto. «Creo que tiña como moito dous anos. ¿Cantos ten agora?», preguntó, y tras ser informado de que tiene 32 años acabó manifestando que «logo fai trinta anos que non sei nada del nin de súa nai». El abuelo quiso dejar claro que no tiene nada que ver con esa parte de su familia: «Nin o coñezo nin sei quen é, nunca tiven relación con el nin cheguei a velo».
Este samonense fue tajante a la hora de expresar que no quería que a su alrededor se montara ningún tipo de circo mediático y declinó cualquier opción de realizar declaraciones sobre un suceso que afectaba a alguien que volvió a repetir «non coñezo».
La idea del hombre de pasar desapercibido fue bastante complicada ante el despliegue de medios que comenzó en la tranquila localidad de Samos a partir de primera hora de la mañana, aunque parece que finalmente consiguió su propósito de no ser grabado por las cámaras.
Pocos recuerdos
Los numerosos medios de ámbito nacional y autonómico que se desplazaron hasta este pequeño municipio lucense de 1.400 habitantes se encontraron con la sorpresa de que eran muy pocos los vecinos que tenían algún recuerdo del presunto asesino de Majadahonda, algo bastante lógico considerando que abandonó el pueblo cuando apenas había cumplido dos años.
Los pocos vecinos que atendieron las preguntas de los periodistas de los numerosos medios de comunicación que acudieron a Samos apenas pudieron ofrecer datos, y más que contar, eran ellos los que inquirían a los reporteros para solicitarles que les ofrecieran datos sobre lo sucedido en la vivienda de Majadahonda. Las caras de asombro y de susto eran habituales cuando les narraban algunos de los detalles más escabrosos sobre este caso.
Localizan a cuatro de los seis inquilinos de la casa que estaban desaparecidos
Una de las grandes incógnitas del caso era localizar a los seis inquilinos que precedieron a Adriana Giogiosa, argentina de 55 años, presuntamente asesinada por su casero, y cuyos contratos aparecieron en el registro que los agentes realizaron en la casa de la calle Sacedilla de Majadahonda.
La Guardia Civil ya logró localizar a cuatro de las seis personas y continúan indagando para encontrar a las dos restantes. Las dudas sobre su paradero surgieron tras comentarios de vecinos de la zona que manifestaron que hacía mucho tiempo que no las veían, lo que hizo sospechar en un principio que podría ser un caso de asesinatos en serie.
La otra persona cuyo paradero se está investigando es la tía del presunto asesino y dueña de la vivienda cuyo sobrino alquilaba. Según Bruno, su pariente está ingresada en una residencia, pero por el momento no han conseguido encontrarla.
Análisis de restos
Los investigadores continuaron analizando durante toda la jornada restos humanos y sangre que fueron encontrados en la vivienda de Móstoles en la que residía el único acusado, la mayor parte en una bañera y un desagüe y que ahora tratan de saber con exactitud si pertenecen a la mujer desaparecida.
Los responsables de la investigación también continúan analizando los restos humanos y de sangre que hallaron en la vivienda de Majadahonda. En este caso, los resultados del ADN pueden no ser válidos al estar mezclados con productos de limpieza.