Delito contra la intimidad
Un millar de documentos de los canónigos. Además del dinero, en el piso en el que vivía Fernández Castiñeiras con su esposa en O Milladoiro (Ames), la policía halló un millar de documentos de canónigos, especialmente del exdeán, José María Núñez, y del exadministrador, Manuel Iglesias. Ambos, como otros miembros de la catedral, los reconocieron como suyos en la vista oral. Además, en los vídeos de la cámara de seguridad en los que se ve al exelectricista llevarse fajos de billetes también aparece metiéndose documentos bajo la chaqueta. Nuevamente, poca defensa existe más allá de intentar que la abundante y embarazosa prueba desaparezca porque se declare nula.
Blanqueo de capitales
El apartamento de la playa pagado a tocateja. De los cuatro delitos de los que se acusa al exelectricista de la catedral este es el que más posibilidades tiene de esquivar. No tanto porque no haya pruebas, sino porque es posible que el tribunal muestre cierta indulgencia con él para evitar una condena mayor. No obstante, si se estima probado que el dinero que tenía Castiñeiras procedía de sus robos en la catedral compostelana en el juicio también ha quedado claro que él compró en mano y en solo dos pagos un apartamento en la playa de A Lanzada de 150.000 euros. Así lo admitió el representante de la inmobiliaria de O Grove (Pontevedra) con el que cerró la operación. Es por este último delito por el que también estaban acusados la mujer del presunto ladrón del Códice, Manuela Remedios Nieto, y su hijo, Jesús Fernández Nieto. Les pedían un año y medio de cárcel y 300.000 euros de multa, pero es previsible que el tribunal no vea probado el delito y que, como mucho, les culpe de receptación, lo que supondría una pena de seis meses o menos.