Talento para esconder el feísmo

maría santalla REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

INÉS VARELA

Varias iniciativas pretenden disimular las antiestéticas medianeras de los edificios a través de la pintura, de grandes lonas, madera e incluso árboles de gran porte

09 dic 2014 . Actualizado a las 08:29 h.

Aunque la actual normativa urbanística ha apostado por erradicar las medianeras al obligar a rematar todas las fachadas de las edificaciones, los núcleos urbanos gallegos todavía muestran las cicatrices de varias decenas de años en los que traseras y laterales se remataban con uralita o, en el mejor de los casos, con un encalado blanco. Recientemente, los concellos han comenzado a fijarse en esas paredes que se levantan hostiles y se han marcado el objetivo de eliminarlas del paisaje. Y, dado que erradicarlas no es posible, la alternativa ha sido idear fórmulas que permitan esconderlas o, cuando menos, disimularlas. Así han surgido varias propuestas que, con mayor o menor gloria, han iniciado ese camino de tapar las huellas que ha dejado el feísmo.

Una de las vías que mayor éxito han tenido a la hora de explorar esa senda ha sido la de echar mano de los artistas y convertir las paredes en lienzos en los que aquellos puedan plasmar su talento. Los grafiteros de las ciudades dejaron de verse como enemigos del espacio público para convertirse en aliados en ese nuevo objetivo de disimular los muros. Pero no solo ellos. Carballo ha puesto en marcha hace algunos meses una iniciativa a través de la cual veinte creadores, algunos de la localidad y otros llegados desde el extranjero, convirtieronel espacio urbano en una galería al aire libre y cubrieron con pintura las antiestéticas medianeras. La vía abierta en Carballo tendrá sus secuelas. En A Estrada, sin ir más lejos, una propuesta a través de Facebook para seguir el ejemplo de la localidad de la Costa da Morte ha activado al Concello, que diseña una iniciativa similar. Y también A Coruña estudia actuar en las medianeras a través de grafitos o fotografías.

Vigo comenzaba este verano a aplicar un proyecto diferente pero en la misma línea de los anteriores. En pleno mes de agosto, el artista Luis Olaso comenzaba a reproducir en una lona de grandes dimensiones el cuadro Fiestra, de Urbano Lugrís, con el que se tapó una antiestética medianera en la Porta do Sol. Era la primera acción de un proyecto a través del cual el Concello de Vigo pretende cubrir otras 150 traseras en las que invertirá un presupuesto de medio millón de euros.

Esa misma solución de las lonas se ha empleado en otros lugares con otros matices. Esas enormes fachadas ciegas son en ocasiones empleadas como espacios publicitarios, y en algunos casos han sido reconvertidas en reclamos turísticos. Así ha hecho Silleda, que ha convertido una medianera en una invitación a los conductores para que visiten el monasterio de Carboeiro.

Otros proyectos más ambiciosos han caído como consecuencia de la crisis. Pontevedra, por ejemplo, paralizó una iniciativa que pretendía cubrir con estructuras de madera las medianeras del entorno de la iglesia de la Peregrina. Un presupuesto de 450.000 euros que espera en los cajones del Consistorio a que lleguen tiempos mejores. En otra zona de esa ciudad, la calle Joaquín Costa, el Concello pretende tapar las medianeras con árboles de gran porte.