Los militantes del partido decidirán entre la continuidad que representa el alcalde de Culleredo y el cambio que dice enarbolar el regidor de Oroso
19 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La competición para hacerse con la secretaría general del PSOE en la provincia de A Coruña se va a dirimir finalmente en un ajustado duelo a dos, al que están invitados los alcaldes de Culleredo, Julio Sacristán, y de Oroso, Manuel Mirás Franqueira. Ambos superaron el umbral mínimo de avales para participar en el proceso y, de partida, pugnarán por suceder al exministro Francisco Caamaño con las fuerzas muy igualadas, pues Sacristán se alzó con la firma de 1.042 militantes, mientras que Mirás obtuvo un total de 1.021.
Las primarias que celebrarán el próximo día 30 los socialistas coruñeses se presentan como un pulso entre la continuidad y el cambio, entre la permanencia de buena parte del equipo de Caamaño, que ahora apoya a Julio Sacristán, y la incorporación de caras nuevas, que rodean a Manuel Mirás.
De hecho, el veterano alcalde de Culleredo forma parte de la ejecutiva provincial coruñesa desde que el PSdeG se dotó de estructuras provinciales, en el año 2010. Hasta el 2012, Sacristán fue responsable de políticas municipales con Fernández Moreda de líder provincial, mientras que en el equipo de Francisco Caamaño se convirtió en coordinador del partido en la comarca de A Coruña. Con esta carta de presentación no sorprende, por tanto, que las personas que siempre estuvieron más próximas a Moreda estén ahora posicionadas del lado de Sacristán, como es el caso de Emilio Vázquez, secretario de organización del PSOE coruñés en los últimos cuatro años, y que fue repescado por el alcalde de Culleredo para su candidatura, lo que abocó a Vázquez a dejar la presidencia de la comisión de ética que velaba por el proceso al no estar garantizada su neutralidad.
El alcalde de Oroso, que ocupa plaza en la ejecutiva gallega junto a José Ramón Gómez Besteiro, aglutina en torno a sí a buena parte de lo que fue el sector crítico con Caamaño, representado por las mayorías de las ciudades de A Coruña y Santiago, que en gran medida fueron las que precipitaron la caída del exministro de Justicia como líder provincial del partido.
El alcalde de Ares, decisivo
Pero en este duelo a dos bandas no se puede soslayar la influencia que pueden tener los seguidores del que a punto estuvo de convertirse en el tercer candidato, el alcalde de Ares, Julio Iglesias, que se alzó finalmente con 607 avales, situándose por debajo de los 876 que se exigían como mínimo para acudir a las primarias. Iglesias, al igual que el alcalde de Oroso, era uno de los alcaldes enfrentados a la dirección provincial saliente y, de la mano de Beatriz Sestayo, fue quien se llevó el gato al agua en la ciudad de Ferrol.
Por ello, los seiscientos militantes que avalaron al regidor de Ares se presumen determinantes para decantar el proceso. Todo depende de si se revalida o no la alianza lograda hace cinco meses entre las tres ciudades de la provincia, A Coruña, Santiago y Ferrol, que de forma inesperada acabó destronando a Caamaño en el PSdeG.