«Non pensamos que isto fora tomar estas dimensións. Nós fomos alí a protestar, non pensamos que fora nada ilegal», explicaba ayer Carmen Franco, sorprendida de que a sus 48 años acabara denunciada por reclamar un profesor para el instituto. «E menos cando alí había unhas 50 persoas, e nos denunciaron a dúas», explicó.
Antes de que los acontecimientos se precipitaran, llegando a la denuncia presentada ayer por la mañana por la directora del Vilar Ponte (Educación ya había adelantado que los hechos se pondrían en conocimiento de las autoridades), el colectivo de padres había anunciado su intención de repetir la protesta el lunes próximo. Ahora ya no lo tienen claro: «Non sabemos se imos ir ou non. Pero se imos, será sen interromper; non imos facer nada que saibamos que sexa ilegal», recalcaba Carmen. Mientras tanto tres de los cuatro grupo municipales de Viveiro cargaba contra Educación, calificando su actuación de vergonzosa y anunciando su apoyo a los padres, profesores y alumnos. Los independiente incluso pedían la dimisión del conselleiro. El portavoz municipal del PP, grupo al que pertenece la recién nombrada delegada provincial de Educación, se posicionaba con las autoridades educativas criticando que los padres entraran «ás bravas».