La camarera tiroteada en Chantada estuvo una hora sin recibir ayuda

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LUGO CIUDAD

El testigo que dio la voz de alarma no pensó que la agresión fuese tan grave

28 ago 2014 . Actualizado a las 12:00 h.

La camarera que fue tiroteada por su pareja en la hamburguesería de Chantada en la que ambos trabajaban pasó más de una hora tirada en el suelo inconsciente y sin recibir ayuda después del disparo. El testigo que avisó a la Policía Local tardó aproximadamente una hora en hacer la llamada que permitió a los agentes detener al sospechoso. Parece que no pensó que la agresión hubiese sido tan grave. El detenido seguía ayer en el cuartel de Chantada y la víctima continuaba en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Lugo en estado muy grave, pero estabilizada.

Los médicos que la atienden la operaron a las siete de la mañana de ayer y le extrajeron la baja que tenía en la cabeza. Unas horas después, fue sometida a otra intervención quirúrgica más sencilla para limpiarle la herida.

Sonia Figueiroa Domínguez, de 31 años, trabajaba desde hace algo más de cinco años en la hamburguesería Piscis. Poco después de emplearse allí como camarera empezó una relación sentimental con el propietario, Antonio Fernández Fente, diez años mayor que ella. El martes por la tarde el establecimiento no llegó a abrir, a pesar de que fuera, en la céntrica plazuela de Santa Ana, iba a celebrarse por la noche la última verbena de las fiestas patronales de Chantada.

No lo sospechó

En torno a las ocho de la tarde, una persona que pasó frente al establecimiento se dio cuenta de que dentro había una fuerte discusión y le pareció ver que la mujer caía al suelo. No oyó ningún disparo y no sospechó que la mujer pudiese haber sido tiroteada, pero se quedó preocupado y una hora más tarde decidió llamar por teléfono a la Policía Local. Los tres agentes de servicio en esos momentos se acercaron inmediatamente a la hamburguesería y vieron que la mujer seguía tendida en el suelo en medio del local. El dueño estaba tras la barra, pero se negaba a abrirles, así que rompieron la cristalera y entraron con sus pistolas en la mano.

La verbena acababa de empezar y entre las decenas de personas que seguían la actuación de Los Satélites había un médico que fue el primero que socorrió a la víctima, con la ayuda de una enfermera que también estaba allí. La víctima tenía una herida de bala en la sien derecha y había perdido mucha sangre. Los policías pensaron que había muerto, pero pronto vieron que movía inconscientemente los párpados y los dedos de una mano. Cuando llegó la ambulancia, los sanitarios le pusieron una vía para introducirle suero y se la llevaron al hospital de Monforte. En vista de la gravedad la llevaron a Lugo.

Teléfono de alerta 016. Las llamadas son gratuitas y no quedan registradas.