Cinco barcos gallegos obtienen licencia para faenar en Marruecos

F. Fernández REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El «Villa de Marín» es uno de los pesqueros gallegos con licencia para faenar en Marruecos.
El «Villa de Marín» es uno de los pesqueros gallegos con licencia para faenar en Marruecos. ramón leiro< / span>

Uno de los pesqueros acaba de ser expulsado de Mauritania

10 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuatro cefalopoderos y un merlucero de Marín podrán faenar en aguas marroquíes a partir de septiembre, cuando está previsto que entre en vigor el protocolo de pesca entre la Unión Europea y el reino alauí. Son los cinco pesqueros que han obtenido licencia para trabajar en ese país, según datos facilitados por Javier Garat, secretario general de la Confederación Española de Pesca, Cepesca.

El acuerdo de pesca con Marruecos es una de las pocas oportunidades nuevas que pueden aprovechar los pesqueros españoles -otras serán, recuerda Garat, Guinea Bisáu y Senegal- tras el fin de protocolos como el de Mauritania. Precisamente de ahí acaba de salir -obligado- el merlucero de Marín Carmen e Pilar, después de 14 años faenando en ese caladero africano. Pero es uno de los cinco afortunados gallegos con una licencia de pesca en Marruecos. Así que trabajo no les faltará. Eladio Rosales, armador del pesquero gallego, explica que el nuevo destino supondrá un «empezar de novo» para los 16 tripulantes. «Teremos que adaptarnos», reconoce. Rosales confiesa que en Mauritania estaban encantados, «moi contentos coa xente de alí». Pero toca cambiar, aunque muy a su pesar. «Se puideramos elixir volveriamos a Mauritania», asegura el armador del Carmen e Pilar.

Otros barcos gallegos que probarán suerte en el caladero marroquí serán algunos de los cefalopoderos gallegos que hace un año fueron expulsados de Mauritania. De los 24 barcos que tuvieron que regresar del país africano solo quedan 12 en activo. De ellos, dos están en Malvinas, tres en Angola, cinco en Gambia y dos más están sin caladero, o sea, sin trabajar. Uno de estos últimos irá a Marruecos, así como otros tres que ahora están en Gambia, según datos facilitados desde la organización que agrupa a la flota cefalopodera, Anacef.

Cada uno de ellos habrá tenido que abonar 20.000 euros por dos meses de licencia de pesca.

Pero, ¿qué se van a encontrar estos pesqueros en Marruecos? Pues con «condiciones técnicas impracticables», explican desde Anacef. Entre otras, que no podrán capturar ni un solo ejemplar de una especie para la que no tengan licencia. Es decir, descartes, cero. Esto, en la práctica, explican desde la organización de cefalopoderos, será imposible, porque en las redes viene de todo y no se puede hacer una selección previa, ironizan.

Estudiantes a bordo

Otra condición que imponen las autoridades pesqueras alauíes a los barcos europeos es que cada uno deberá enrolar al menos siete tripulantes marroquíes, pero elegidos por el Gobierno, y no siempre por sus habilidades en el mar. Muchos son estudiantes que tendrán que convivir con una decena de profesionales.

Pero estas y otras condiciones incluidas en el acuerdo se abordarán en septiembre en la primera comisión técnica que abordará la ejecución del protocolo. El sector confía en que esa reunión se limen algunas de las exigencias, aunque no está garantizado.

Aunque en principio tenían previsto empezar a faenar en Marruecos este mes de agosto, finalmente no ocurrirá así hasta septiembre, hasta después de esa primera reunión de la comisión bilateral.

De los 350 barcos que estaban asociados a Anacef hace 30 años, quedan ahora 18. Todos gallegos, aunque con base principal en Canarias.