La Xunta dice que esas «incidencias» se cubren con fármacos equivalentes
19 jul 2014 . Actualizado a las 14:37 h.«No lo manda el laboratorio y no hay más explicación». Así resume la farmacéutica Montse Villar, de la farmacia J. Villar, instalada en la calle Real de A Coruña, un problema creciente con el que se están encontrando los profesionales del sector y que tiene que ver con la falta de abastecimiento de determinados tipos de medicamentos, algunos de los cuales tardan meses en llegar a los establecimientos.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios elabora una lista diaria, en la que ayer había 177 referencias, con la casuística particular de cada una, que van desde la carestía actual hasta, en los casos más graves, previsiones de que el suministro normal no se recuperará antes de los primeros meses del 2015. Esa relación se remite a las comunidades y a los sanitarios para que adapten sus prescripciones a la disponibilidad.
Los colegios profesionales enfocan esta realidad con perspectivas distintas. El de A Coruña ve una «situación habitual», prevista por los sistemas sanitarios, con capacidad para dar respuestas alternativas. Y en el de Lugo aseguran que no han tenido queja expresa de sus asociados, pues siempre hay sustitutivos dentro del mismo grupo terapéutico.
En Ourense sí se ve como un contratiempo. Vicente Jairo Álvarez, presidente del colegio de Farmaceúticos ourensanos, confirma que desde hace unos meses aumentó el número de referencias de fármacos que no llegan en los pedidos. «Normalmente podías tener 4 o 5 faltas de un pedido, pero ahora puedes encontrarte con 15 referencias que no llegan». Álvarez apunta una posible causa: «Creo que no es casual y que tiene que ver con la reducción de precios, porque hay ciertos fármacos que son muy baratos y a las empresas no les compensa seguir produciéndolos porque no tienen un consumo elevado. Aunque no es una situación alarmante de momento, podría llegar a serlo si continúa esta progresión porque hay casos de fármacos muy específicos que pueden no tener un gran espectro de consumo, pero al que le toca, le toca y le generan un verdadero problema».
También el colegio pontevedrés ve «un problema que viene de años y que cada vez va a más», aunque la Consellería de Sanidade los mantiene puntualmente informados de cada novedad.
Las causas, según los colegios, hay que buscarlas en los propios laboratorios y sus volúmenes de producción, que cada vez son más ajustados a las distintas demandas del mercado con niveles de stock más reducidos. Incluso hay quien ve una guerra de precios, consecuencia del avance de los genéricos, y una situación que puede empeorar en septiembre, después de que el Ministerio de Sanidad anunciase el martes los nuevos precios de referencia con los que pretende ahorrar 53 millones de euros.
La Xunta asegura que no tiene comunicación de que colegios o distribuidores «non teñan solventado estas incidencias cos medicamentos alternativos dispoñibles». Una portavoz de Sanidade dice que los problemas «só afectan a determinadas presentacións», con lo que hay otras igualmente financiadas que garantizan la asistencia al paciente. Además, Sanidade recalca que la situación ya está prevista en la ley de garantías y uso racional del 2006 que habilita al farmacéutico para dispensar otro medicamento de las mismas características.