La misma sorpresa que mostró el jefe de la delegación diplomática de Israel en España ante el acuerdo parlamentario de apoyo a la causa palestina, la reeditaron ayer los grupos políticos de la Cámara autonómicas por el tono empleado por Alon Bar en la carta, que consideran a todas luces desacertado.
«É unha barbaridade impropia dun diplomático», valoró Méndez Romeu, portavoz socialista, que recordó que la declaración institucional es un calco de la aprobada el año pasado «que non mereceu ningún tipo de observación», dijo, por parte de Israel. «Unha auténtica barbaridade», señaló a su vez Francisco Jorquera, portavoz del BNG, quien considera la misiva una «inxerencia inadmisible» en los asuntos internos de otro país y en el derecho del Parlamento gallego a realizar su trabajo. «É inaceptable que esto se entenda como un ataque a Israel», abundó Méndez.
Un ejercicio de «soberbia»
Más contundente se mostró el portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, quien ayer respondió con otra carta al embajador en la que califica su tono de «exercicio inaudito de soberbia». Aparte de protestar por no remitir la carta en gallego, Beiras subraya que AGE «reafírmase» en la declaración, como también hicieron los demás grupos, a la vez que arrojó más leña al fuego al poner de relieve que el Estado de Israel lleva decenio «cometendo etnocio e xenocidio contra os palestinos», a los que somete, dice, a un régimen de «apartheid».
La presidenta del Parlamento evitó hacer declaraciones, al igual que Pedro Puy, portavoz del PP, que le remitió también una carta al embajador.