Intervención ha pedido por escrito «que se erradiquen estas prácticas»
21 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Dos agencias de publicidad, Ecovigo y Corporación Comunicaciones, recibieron meses atrás el encargo de montar una exposición sobre los logros del gobierno local en el Casco Vello en el que no faltaban imágenes del alcalde y los responsables municipales denominada Vigo fermoso renacer. Lo llamativo del caso es que se trató de una adjudicación directa, sin mediar concurso público y sin seguir los trámites establecidos para una administración pública.
Debido a ello, para abonar la factura fue preciso acudir a un reconocimiento extrajudicial de créditos ya que el trabajo había sido encargado y se realizó. Esta circunstancia fue recogida en el informe de Intervención, que no encuentra explicación a esta forma de actuar al existir consignación presupuestaria.
El importe de los dos contratos asciende a casi 45.000 euros y, como ocurre en estos casos, a la hora de abonar la factura fue precisa una tramitación administrativa a posteriori reservada para casos de urgencia en los que no hay tiempo para convocar un concurso. Ni mucho menos es lo que ocurrió ya que se trataba de mostrar los cambios que se han producido en el barrio histórico.
Por este motivo Intervención tuvo que fiscalizar el gasto después de producido. En su informe, el interventor, Luis García, constata que no se explican los motivos de esta forma de proceder «nin se clarexa quen foi o que non observou a tramitación administrativa preceptiva».
Afirma que constatar que la muestra se realizó «non se considera nin adecuado nin suficiente». Por ello, exige que se «acrediten cales foron as causas habilitantes que impediron ou xustifican que o gasto e o expediente non se suxeitase ás normas de contratación e fiscalización previstas no ordenamento. El funcionario pone el dedo en la llaga al asegurar que «a organización de calquera acto non é algo imprevisible, senón que require dunha organización que sempre é establecida con anterioridade para poder realizar a tramitación administrativa».
Aunque la firma de la factura es de un cargo de Alcaldía, el interventor reconoce que «non se sabe de forma fehacente que encargou os traballos: Alcaldía, Rehabilitación de Cascos Históricos o Museos». Su conclusión final es que se ha llegado a esta situación por «omisión ou falta de dilixencia dos servizos administrativos e técnicos», lo que supone «contrariar os principios básicos que deben presidir a contratación pública» y que figuran en la ley. Respecto al importe, no lo objeta solo porque es similar a otros contratos en vigor «e os servizos técnicos non poñen pega algunha».
El pasado verano los nacionalistas quisieron poner coto al actuar por libre en materia propagandística. En concreto, ajustar la partida y que no se pudieran utilizar otras que tenían una finalidad distinta. El detonante fue la campaña publicitaria municipal para salvar Peinador con la que el alcalde enfundó una movilización partidista, ya que la oposición se oponía a su realización.