Había un retrovisor manchado de sangre

La Voz

GALICIA

21 sep 2013 . Actualizado a las 06:00 h.

Todo está por aclarar aún en el atropello mortal de los dos peregrinos alemanes. El accidente tuvo lugar en un tramo de la carretera N-547 que, aunque es algo complicado, tiene visibilidad suficiente. Las víctimas estaban a doscientos metros del albergue público de Santa Irene. Los otros caminantes alojados en este establecimiento no vieron cómo se produjo el accidente. Salieron cuando oyeron al helicóptero que trasladó de urgencia al equipo médico. Cuando llegaron a la carretera, ya no había más que un retrovisor, todo apunta que el del camión, manchado de sangre.