El desarrollo técnico de la firma ha marcado la pauta en el mercado de las autopistas españolas desde que en el 2003 se convirtiese en la primera vía con carriles de telepeaje en todas sus áreas de pago
21 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El desarrollo de los sistemas de cobro mecánicos y automáticos de la autopista AP-9 fueron galardonados ayer en San Sebastián por la organización que agrupa a instituciones académicas, empresas y organismos públicos relacionados con el sector de los sistemas inteligentes de transportes. ITS España, que es como se denomina la asociación que reúne a dicho sector, estima que el desarrollo técnico de Audasa ha marcado la pauta en el mercado de las autopistas españolas desde que en el 2003 se convirtiese en la primera vía con carriles de telepeaje en todas sus áreas de pago y sin diferenciación del tipo de vehículo que la transite.
Las soluciones técnicas adoptadas en la autopista gallega y el hecho de que se hayan exportado a otras infraestructuras del país fue igualmente resaltada con dicho galardón.
Desde principios de la década pasada la concesionaria de la AP-9 se dotó de una red de datos propia que recorre toda la extensión del vial mediante fibra óptica, lo que le permite observar desde su centro de control todos los pasos de los vehículos en los peajes, además de los puntos principales de la autopista. Dicha red se ha interconectado también con la de la Dirección General de Tráfico y el centro de multas automatizadas de León.
Los trabajos técnicos desarrollados desde el 2004 por Audasa para conseguir la interoperabilidad de los sistemas de peaje automáticos, primero con el resto de las autopistas de España y permitir después su homologación con el modelo existente en Portugal, fue considerada por el sector de sistemas inteligentes de transportes reunido en San Sebastián como la base de la equiparación que toda la Unión Europea ha fijada para el año 2014.
El desarrollo del sistema de control de vehículos de la AP-9 ha permitido que los dispositivos de telepeaje portugueses puedan ser usados en Galicia seis meses antes de lo previsto por los Gobiernos de los dos países, mientras que el resto de comunidades autónomas españolas no lo tendrán operativo hasta principios del año que viene.