UPyD afea a Canedo su marcha y avanza una renovación para este año

m. cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Mientras en el resto de España, exceptuando Cataluña y el País Vasco, triunfa en las encuestas, a este lado del Padornelo, comicios tras comicios, fracasa

11 jun 2013 . Actualizado a las 22:32 h.

Es Galicia para las huestes de Rosa Díez lo que para las tropas del César aquella aldea de Astérix y Obélix: territorio irreductible, impermeable a su expansión. Aquí no se come un rosco UPyD en la merienda de las urnas. Mientras en el resto de España, exceptuando Cataluña y el País Vasco, triunfa en las encuestas, a este lado del Padornelo, comicios tras comicios, fracasa. No cala su discurso centralista y su líder, que en febrero del 2010 usó el término gallego para despreciar a Zapatero, tampoco suscita gran simpatía. Ya no solo entre potenciales votantes, sino entre su propia parroquia. De hecho, hasta su candidato a presidir la Xunta en las autonómicas del 2012 acaba de abandonar el partido. Se va José Canedo, además, pegando un portazo en las narices de la actual directiva de la formación. «Non fixo -sostiene- nada por Galicia, nada de nada, só darlle pé a Galicia Bilingüe», la asociación que, encabezada por Gloria Lago, combate la supuesta «imposición» en las aulas del idioma propio de la comunidad.

Elegido en diciembre pasado, el coordinador territorial de Unión Progreso y Democracia, Gonzalo Fernández Piñeiro, lamenta no tanto la salida del cabeza de cartel como la forma en que la ha escenificado. «Es muy libre de hacer lo que quiera, pero aún no sabemos, más que por la prensa, los motivos de su marcha. No los ha trasladado formalmente. De hecho, en el último medio año ni ha intentado hablar con nosotros», asevera. Asimismo, cree injustas las críticas del dimisionario. «Tampoco se nos puede exigir mucho -alega- porque solo llevamos unos meses trabajando, y no hemos contactado con Galicia Bilingüe en ningún momento».

Fernández Piñeiro, que avanza para finales de año una renovación de la cúpula de UPyD en Galicia, no se aviene en cambio a aclarar cuánta gente milita en el partido de Rosa Díez en la suma de las cuatro provincias. «Es un dato que no gusta decir, de índole confidencial», aduce.

Públicas sí son sus cifras en las últimas autonómicas: 21.335 votos, pocos más que los logrados por Escaños en Blanco o Mario Conde. Ya en las generales del 2011 apenas había obtenido un 1,22 % de los sufragios, cuatro veces menos que los cosechados a nivel global y una décima parte de los que, según la demoscopia, recibiría ahora en el conjunto de España.