El «valedor» de los gallegos en Oslo

Espe Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Ramón Leiro

El equivalente noruego al Defensor del Pueblo reabre el caso de los marinos españoles que pagaron impuestos sin derecho a pensión y pide a su Gobierno que resarza a los afectados

29 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Al fin, una buena noticia. Y que, curiosamente, no llega de donde la esperaban, de Madrid y de mano de Soledad Becerril, sino que trae sello de Oslo y firma del homólogo noruego de esta, el ombusdsman Arne Fiflet, equivalente al Defensor del Pueblo en el país escandinavo.

Fiflet se ha erigido en el «Valedor» de los gallegos al haber decidido reabrir el caso de los miles de marineros españoles que trabajaron en barcos mercantes noruegos y, durante décadas -entre 1963 y 1994-, pagaron impuestos allí sin beneficiarse de los servicios en el país, dado que no residían en él, y sin generar derecho a pensión, porque, precisamente al no ser residentes, la legislación del Estado nórdico no les permitía cotizar para el retiro.

Pues bien, el ombudsman se ha puesto en contacto con la asociación de afectados Long Hope, que desde Portonovo canaliza las exigencias de en torno a 12.000 personas -gallegas en un 90 %- , y con el particular Alberto Paz Viñas, de Porto do Son, que presentó otra queja por su cuenta, para informarles de que se ha dirigido al Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega con el fin de interesarse por si está al corriente del problema y para que se asegure «que la solución de los marineros españoles ha sido o será considerada en el contexto del acuerdo bilateral solicitado». Para que quede mayor constancia, remite copia al Ministerio de Hacienda, que guarda esos alrededor de 500 millones de euros (3.500 millones de coronas noruegas) que los marinos españoles pagaron con su sueldo para levantar escuelas, hospitales, carreteras y otros servicios que no usaron y de los que no se beneficiaron.

Del robo a injusticia social

Los afectados hablan de «roubo». El Parlamento Europeo, que examinó el caso en su Comisión de Peticiones, alude a una «grave injusticia social» que aconsejó reparar de una forma muy concreta: entablando una negociación entre España y Noruega para suscribir un convenio bilateral con carácter retroactivo y reintegrar a los españoles esos impuestos que abonaron sin tener por qué. Eso fue en el 2010 y, desde entonces, permanecen en compás de espera. Aguardando a que Madrid u Oslo moviesen ficha.

Pero durante la espera, los ya jubilados no se han estado quietos. Es más, esta es la segunda vez que el caso está sobre la mesa del ombudsman noruego. La primera llevaba la firma del sonense Alberto Paz Viñas, que le informó de lo que todos consideran un abuso. Su respuesta fue que ya «había caducado el plazo de diez años para reclamar». No contaba Fiflet con la tenacidad de este ciudadano, que mandó su primera reclamación en el 86, solo un año después de dejar el último mercante en el que estuvo enrolado.

Sin noticias de España

Esta vez, el defensor noruego reconoce los hechos, aunque apostilla que no tiene competencias para recomendar soluciones específicas para zanjar el problema, pero sí espolear a las instituciones para que lo hagan. Y es lo que ha hecho. Contactará de nuevo con Long Hope cuando tenga noticias de Exteriores.

Mientras, en España, ni un movimiento: «Será que non queren incomodar aos noruegos e prefiren deixar de lado a 12.000 afectados», conjetura Ricardo Lustres, presidente de Long Hope.