La extinción de la compañía de ferrocarriles de vía estrecha se produjo el 31 de diciembre
02 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El mundo del ferrocarril ha comenzado un cambio de rumbo que será un viraje de 180 grados cuando el 31 de julio de este año comience la liberalización del transporte de viajeros. Galicia, junto con otras comunidades del norte de España y una línea aislada en Murcia, comenzó ayer a comprobar las primeras consecuencias del real decreto aprobado por el Gobierno el pasado 20 de julio, en el que se despachaba la integración de Feve en Renfe y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), entre otras medidas. La extinción de la compañía de ferrocarriles de vía estrecha se produjo el 31 de diciembre, por lo que ayer fue el primer día en que sus servicios ferroviarios fueron asumidos por Renfe. Su división de infraestructuras y mantenimiento se integra en el ADIF.
Sin efecto sobre los servicios
En principio, la desaparición de esta operadora pública no tendrá ningún efecto sobre los servicios ferroviarios. En Galicia, la ya extinta operadora pública cuenta con la única línea de cercanías que hay en Galicia: la que une Ferrol con Ortigueira. En paralelo, existen servicios de larga distancia que unen Ferrol y Gijón, una línea que en realidad se utiliza para recorridos cortos, para favorecer la movilidad comarcal en A Mariña lucense.
El Ministerio de Fomento ha incluido estas dos líneas en el listado de obligaciones de servicio público aprobado en el último Consejo de Ministros. Esto significa que, en caso de que no se cubran los gastos de explotación, el Estado compensaría a la operadora con dinero público. No obstante, esto no garantiza la pervivencia del servicio ferroviario. Fomento prevé que esta obligación de garantizar la movilidad se haga de la manera más eficiente posible, por lo que queda abierta la posibilidad de que pueda ser sustituido por un transporte por carretera.
Feve surgió en 1965 como una escisión de Renfe para gestionar la red de ancho métrico, especialmente en Galicia, Asturias, Cantabria, norte de Castilla y León, y País Vasco. Tras el decreto aprobado el año pasado, Feve vuelve a la operadora de vía ancha para ahorrar costes y afrontar la entrada de competencia en el transporte de viajeros.