El asesino de una prostituta saldrá de prisión para donar un riñón a su hermana
GALICIA
Las autoridades médicas y judiciales han dado el visto bueno al trasplante, que se realizará en unos meses en A Coruña
08 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Ramón Fernández Álvarez lleva encarcelado casi cuatro años. Ingresó en una celda de la prisión provincial de Pereiro de Aguiar después de que se descubriese que había matado de dos disparos de escopeta a una mujer en la aldea ourensana de Cenlle, en la que residía el detenido. La víctima, una mujer brasileña de 26 años que tenía una hija de corta edad, se dedicaba a la prostitución y Ramón ya la conocía de encuentros anteriores, pero aquel 10 de febrero discutieron por el dinero que él debía pagarle, y ante la amenaza de ella de contarle lo ocurrido a su esposa, el hombre la mató en la bodega de la casa. Después envolvió el cadáver en unos plásticos, lo introdujo en su coche y lo arrojó a las aguas del río Avia, donde fue localizado el cuerpo quince días después.
Por esos hechos, Ramón fue considerado culpable de asesinato y condenado a doce años y medio de prisión, pero dentro de unas semanas cambiará por un tiempo su celda por la habitación de un hospital. Profundamente arrepentido de lo que hizo -o eso ha reiterado al menos desde el primer día de su detención- y tal vez con la intención saldar sus deudas con la sociedad, el recluso ha decidido donar un riñón a su hermana, que desde hace tiempo sufre una grave enfermedad.
Traslado a Teixeiro
Hace tan solo algunos días, y después de meses en los que le han sido realizadas numerosas pruebas para valorar su idoneidad como donante, las autoridades médicas han dado el visto bueno a la operación quirúrgica, que será practicada dentro de algunos meses en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac).
Precisamente, las autoridades penitenciarias dieron la autorización hace ya algunos meses para el traslado de Ramón Fernández, de 51 años, al centro penitenciario más cercano a la capital coruñesa, que es el de Teixeiro, para que pudiera así permanecer próximo al centro médico en el que le han sido realizados todos los exámenes previos, tanto físicos como psicológicos, que han permitido finalmente dar luz verde al trasplante.
En una carta remitida recientemente a La Voz, el recluso asegura que con este gesto pretende «salvar la vida de mi hermana», al tiempo que reclama que se le conceda «una segunda oportunidad en la vida». Sobre su crimen, asegura: «Errores los tenemos todos».