José Carnero será juzgado el martes por la muerte de Pilar Palacios
25 nov 2012 . Actualizado a las 06:00 h.José Carnero se sentará el martes en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Lugo, ante el mismo tribunal que ya lo juzgó a principios del 2011 como único sospechoso del crimen de Sober. O Chucán tendrá que responder de nuevo ante las mismas acusaciones, veintidós meses después de que, tras ser absuelto por falta de pruebas, asegurase en una entrevista en este periódico que en realidad sí que había sido él quien mató a Pilar Palacios, una mujer de Ourense a la que conocía desde hace años como cliente de un club de alterne de esa ciudad.
La grabación íntegra de la entrevista de La Voz será una de las primeras pruebas que expongan las acusaciones. Se escuchará en la sala en los primeros momentos del juicio, junto con una reconstrucción en vídeo de los hechos y una grabación de Televisión de Galicia en la que Carnero repite la confesión.
La insólita asunción de culpa de José Carnero es la principal novedad de un juicio que se repite desde cero. Ya se celebró una vista oral sobre este caso, aquel jurado firmó un veredicto y el tribunal lo ratificó. Pero nada de aquello cuenta. La sentencia del 2011 fue anulada por el Tribunal Superior de Galicia, en una decisión que después ratificó el Supremo. El jurado no había explicado bien por qué absolvía al procesado.
Las pruebas disponibles
Por lo demás, los pormenores del caso son los mismos que se expusieron en el primer juicio. Confesión al margen, no parece que nadie vaya a poner sobre la mesa más pruebas que las que ya había en el 2011. Acusaciones y defensa acuden al juicio con puntos de vista idénticos a los de entonces. La Fiscalía pedirá una condena de trece años de prisión por homicidio. Las acusaciones particulares consideran que fue premeditado y solicitan veinte años por asesinato. El abogado defensor no cree que haya pruebas para condenar a nadie.
La defensa no cita a ningún testigo. Las acusaciones públicas y privadas convocan a veintisiete. Están todos los que ya declararon en el primer juicio -salvo un perito ya fallecido- y algunos más. Entre los nuevos, un psiquiatra y un forense que explicarán si el acusado está mentalmente sano, una de las cuestiones que no acabó de quedar clara en el 2011.