En las consultas de los médicos de familia coinciden con los farmacéuticos en que los medicamentos relacionados con el riego sanguíneo y la circulación dejan de retirarse. Y temen que los fármacos que salieron de la financiación pública suban el precio, «porque en Portugal el Daflón cuesta 25 euros», dice Alberto Freire, facultativo en un centro de salud. Freire cuestiona esta lista de 417 medicamentos, «porque una de las razones para no financiarlos es que son baratos, excluyendo alguno como la codeína, que la OMS reconoce como esencial». En un comunicado de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia se alerta de la incongruencia en la desfinanciación de fármacos como la loperamida o la codeína, ya que no se puede privar a los que tienen menos recursos de estas terapias.