«La crisis también pinchó la burbuja farmacéutica»

julio Á. Fariñas REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Afirma que las farmacias que se compraron en los últimos cinco años tienen problemas para devolver los créditos

13 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Rosa Lendoiro Otero lleva más de ocho años al frente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, que representa a casi 2.000 farmacéuticos que trabajan en las 546 farmacias distribuidas por toda la provincia y que son casi el 45 % de todos los titulados que hay en Galicia. Conoce bien el sector, ya que ha nacido y ha crecido en el seno de una botica familiar.

-La Xunta presume de que Galicia es de las comunidades que paga antes a sus proveedores farmacéuticos y sanitarios. ¿Es así?

-Pero en otras comunidades como Cataluña, por ejemplo, estaban pagado a 90 días y ahora a los 140.

-Cada comunidad ha hecho sus arreglos privados con los respectivos colegios. En Cataluña lo que ocurría es que el Servicio Catalán de Salud les adelantaba a los colegios el 30 % de la factura estimativa. Ese dinero generaba unos intereses que permitían compensar los intereses de demora del otro 70 %. Eso funcionó bien en otros tiempos, pero ahora ya no hay adelanto. Hasta enero los colegios catalanes no van a tener ingresos y los farmacéuticos no podrán cobrar.

-Pero también hay problemas en otros sitios.

-Sí, y unos salen en la prensa y otros no porque en algunas comunidades autónomas funcionó un pacto de silencio.

-¿Cuáles son las peculiaridades de la crisis en Galicia, en lo que atañe a las farmacias?

-Aquí las que lo están pasando peor son algunas farmacias rurales por la carga de guardias. Algunas tienen que atender al público durante las 24 horas, una semana sí y dos no, y la progresiva bajada de la facturación y de los márgenes comerciales no permite contratar más personal.

-¿Y en las urbanas?

-Lo que más se nota es que la crisis también pinchó la burbuja farmacéutica. Farmacias que se compraron hace cuatro o cinco años, calculando el precio en función de la facturación de entonces, en estos momentos están teniendo problemas para devolver los préstamos a los bancos, porque bajaron la facturación y los márgenes, mientras que los gastos fijos se mantienen o incluso se han incrementado.

-¿Cómo afectaron al sector medidas como el catálogo gallego de medicamentos?

-No discrepamos en el fondo, pero no cabe duda de que para nosotros ha supuesto un impacto económico negativo muy importante porque Galicia tenía un nivel de dispensación de fármacos genéricos muy bajo. Esto hizo que lo notásemos más de golpe que otras comunidades autónomas. Lo que en otros sitios, como Cataluña, se consiguió en dos o tres años, aquí se hizo en dos meses.

-Las farmacias son una concesión administrativa. Como servicio público que son, no pueden dejar de dispensar medicamentos aunque no les paguen. Tampoco pueden cobrar al cliente. ¿Es sostenible ese estatus?

-Sí, en el fondo se nos traspasa una obligación que es del Estado. Pero creo que ni podemos ni debemos cobrar directamente al paciente, porque hay muchos que no pueden pagar. Cada uno sabemos la realidad de nuestro entorno.

-¿Se plantean reducir los horarios?

-En Galicia ya existe libertad de horarios, solo se requiere comunicar el horario de apertura con antelación al colegio correspondiente. De hecho, ya ha habido reducción de horarios para adaptarnos a las necesidades de los clientes.

-¿También de personal?

-Una farmacia, para asegurar un mínimo de calidad asistencial, necesita personal. De hecho, estamos en una media de 2,6 puestos de trabajo por farmacia, por encima de la media nacional, cuando antes la gran mayoría estaban atendidas solo por el titular y algún auxiliar. Pero la reducción de ingresos va afectar inevitablemente al empleo. De hecho, ya está afectando en mayor o menor medida.

-¿Cuál es la facturación media de una farmacia en Galicia en la actualidad?

-Varía en cada provincia. Puede oscilar entre los 60.000 y los 80.000 euros brutos mensuales, pero la mayoría están entre los 40.000 y los 60.000 euros.

-¿Y las que menos ingresan?

-Las farmacias más empobrecidas las tenemos en Santiago, porque es la ciudad que tiene la ratio de habitantes por farmacia más bajo de Galicia y, además, es donde son más difíciles los traslados. Un real decreto aprobado el pasado mes de mayo prevé por primera vez compensaciones a las farmacias pobres. De esas en Galicia hay diez o doce, de las cuales la mayoría están ubicadas en ciudades. Solo tres de ellas se localizan en el ámbito rural.

rosa Lendoiro presidenta de los farmacéuticos de A CORUÑA

«En Galicia ya tenemos 10 o 12 farmacias pobres,

la mayoría

en ciudades»

«Ni podemos ni debemos cobrar directamente

al paciente, muchos no pueden pagar»