La Xunta también permitirá levantar residencias y centros de salud en suelo rústico protegido

Serafín Lorenzo SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

Alega que el bipartito había habilitado 3,4 millones de metros cuadrados en 8 polígonos

27 oct 2010 . Actualizado a las 03:28 h.

La nueva reforma de la Lei do Solo que el Gobierno de Feijoo ha deslizado en el proyecto legislativo de los Presupostos del 2011 para retirar las restricciones a la edificación de proyectos empresariales en suelo rústico protegido también permitirá levantar en esos ámbitos equipamientos públicos de interés general. De este modo, además de retirar ese blindaje legal para favorecer la construcción de naves, fábricas o polígonos industriales, la reforma facilitará la edificación en suelo rústico protegido de residencias para mayores, hospitales o centros de salud.

La Xunta, que sostiene que solo autorizará desarrollos en esos ámbitos que cumplan los criterios medioambientales y generen empleo, defiende que con esta reforma pretende dar garantías jurídicas para el desarrollo del suelo industrial. La intención de Medio Ambiente es evitar nuevas sentencias como la que ha paralizado la Plataforma Loxística de Salvaterra-As Neves (Plisan) por invadir suelo rústico protegido, lo que, según la consellería competente, crea una amenaza sobre los parques empresariales que tocan terreno con esa protección. De acuerdo con esa tesis, el Gobierno de Feijoo procura dar soluciones para evitar la paralización de 8 polígonos que incluyen más de 3,4 millones de metros cuadrados de suelo rústico protegido.

Pero las consideraciones técnicas han quedado solapadas por un debate político avivado por la decisión de la Xunta de introducir a través de la Lei de Orzamentos una reforma de la que nunca había hablado y que solo salió a la luz a través de los grupos de la oposición, en la comparecencia parlamentaria en la que el conselleiro Agustín Hernández presentó el lunes las cuentas de su departamento. Tras las críticas de PSdeG y Bloque por dinamitar las cautelas legales que incorporó el anterior Gobierno en suelo rústico, Medio Ambiente optó ayer por entrar en la vía de la confrontación política, y reveló que los ocho proyectos sectoriales de otros tantos parques empresariales que están en tramitación fueron iniciados por la antigua Consellería de Vivenda del bipartito.

Hernández endosa así a sus predecesores la responsabilidad de que esos ocho polígonos sumen 3,4 millones de metros cuadrados de suelo rústico, en un intento de subrayar la incoherencia política de que PSdeG y BNG censuren al actual Gobierno por legalizar la ocupación de terreno protegido.

Esos polígonos, que en conjunto tienen más del 41% de su superficie global en suelo rústico, son los de Barbanza, Taboadela, A Gudiña, A Arroufana (Mos), Bueu-Cangas, la plataforma logística de Mandiá (Ferrol), el campus industrial de Paderne de Allariz y la ampliación de Pousadoiro (Vilagarcía). Medio Ambiente completa la lista con el parque empresarial de Lavacolla (Santiago), «para o que o Goberno bipartito realizou un estudo de viabilidade». En algunos casos, como el parque empresarial de Barbanza, que ocupa terrenos en los municipios de Ribeira y A Pobra do Caramiñal, la totalidad de su superficie está calificada como suelo rústico de protección forestal y de protección de aguas.

Medio Ambiente denuncia que, pese a incluir en la Lei de Medidas Urxentes de Ordenación do Territorio (6/2007) restricciones en los usos de suelo rústico, «continuou tramitando os proxectos sectoriais e mercando solo para eses parques empresariais malia non ter aprobados os devanditos proxectos». Apunta que el bipartito invirtió 18,5 millones en comprar más de un millón de metros cuadrados para el de Taboadela y 900.000 para el de Paderne de Allariz. Con la nueva reforma legal, el suelo rústico podrá ser urbanizado siempre que concurra utilidad pública o interés social.