15 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

E l Xacobeo es un escaparate único, una gran oportunidad para que Galicia pueda explicarle al mundo todas sus potencialidades: el Camino, la catedral... pero también las playas, los paisajes, la gastronomía.

Los esfuerzos realizados en los últimos meses han tenido su fruto porque una avalancha de peregrinos y visitantes entran a diario en Santiago, camino de la Puerta Santa. Y con resignación soportan las largas colas para entrar en la catedral, la dificultad de pasear por un casco histórico atestado, y la imposibilidad de entrar a comer en los cientos de bares y restaurantes que están a reventar.

Esa resignación con la que afrontan las incomodidades debe convencer a los gallegos de que aún hay que seguir haciendo esfuerzos. No se trata solo de atraer visitantes, de ofrecer grandes conciertos, buenas exposiciones o los mejores encuentros. Hay que ir más allá y convencer a los que nos visitan de que, aunque no sea año Xacobeo, Galicia tiene mucho que ofrecer. Y convencerlos de que hay motivos para volver o para recomendarles a otros que vengan. Para ello no debemos consentir que ni uno solo de esos visitantes abandone Galicia descontento porque en medio de la avalancha ha recibido una mala contestación, un mal gesto o ha tenido que pagar un sobreprecio injusto.

Es necesario mimar el sector turístico porque puede y debe ser uno de los pilares de la economía gallega. Las potencialidades de Galicia están ahí: el Camino, la catedral, las playas, los paisajes, la gastronomía...