Quince años de cárcel para el cambadés que mató a otro por una videoconsola

Nino Soto

GALICIA

La Audiencia de Pontevedra afirma que culpar a la madre de la víctima del suceso «carece de sentido»

01 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El joven cambadés condenado por matar al que fuera su amigo en el conocido crimen de la PlayStation pasará los próximos quince años de su vida en prisión. Esa fue la pena impuesta por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra a Juan Ramón González Agrasar. El castigo es el máximo permitido por ley para un delito de homicidio, tal y como calificó el suceso la Fiscalía. El jurado descartó en su día, como había solicitado la acusación particular, condenar al procesado por un delito de asesinato al no probarse que Marcos Muñiz «estaba totalmente indefenso» en el momento en el que González lo acuchilló. Los hechos se remontan al 13 de junio del 2007, cuando el imputado se presentó a las puertas de la casa de la víctima en Cambados (Pontevedra). Juan Ramón le reclamó una videoconsola, un reproductor de deuvedés y un casco de moto que le pertenecían. Marcos Muñiz salió a su encuentro y pelearon. El acusado empujó a la víctima, y esta le golpeó con un tubo de plástico. «Marcos se cayó al suelo de espaldas y Juan Ramón se abalanzó sobre él», subraya la sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra. «Y mientras [Marcos Muñiz] sujetaba la cabeza de Juan Ramón para impedir que le mordiera en el cuello, el acusado -añade el veredicto- sacó del bolsillo de la sudadera uno de los dos cuchillos que llevaba y se lo clavó en el pecho». El joven falleció a consecuencia de una herida «punzante de unos ocho centímetros de profundidad en el pulmón izquierdo y le produjo una hemorragia interna aguda que le originó la muerte». La Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra también hace referencia en el fallo al intento del abogado de la defensa de culpar a la madre de Marcos Muñiz de su fallecimiento. «La hipotésis de la defensa de que pudo ser la madre de la víctima la que accidentalmente pudiera haber cometido la acción [...] carece por completo de sentido, y hasta se podría calificar de despropósito». Todo lo contrario. El testimonio de la madre, así como el de la novia de Marcos Muñiz y su hermana, fue decisivo para el jurado popular. En este sentido, la progenitora de la víctima afirmó que vio cómo el imputado sacaba un cuchillo «y se lo clavaba a su hijo en el pecho». Indemnizaciones Además de quince años tras las rejas -Juan Ramón González se encuentra en prisión desde el día de los hechos-, el imputado tendrá que indemnizar con 200.000 euros al hijo menor del fallecido. El pequeño no había ni nacido cuando su padre encontró la muerte a manos de Juan Ramón González. La novia de la víctima estaba embarazada de seis o siete meses. La Audiencia también precisa que el acusado deberá indemnizar a los padres de Marcos Muñiz con 40.000 euros.