«Al Papa le planteé la posibilidad de celebrar una misa en el lugar en el que se hundió el ''Mar Egeo''»

GALICIA

05 mar 2010 . Actualizado a las 11:22 h.

El embajador español en el Vaticano ha seguido, paso a paso, las evoluciones del anuncio del viaje del Santo Padre a Santiago. Francisco Vázquez considera que la noticia supone un espaldarazo para el Xacobeo, a la par que debería ser un motivo de orgullo para los gallegos.

-¿Cambia el Xacobeo con la visita del Papa?

-Con la visita del Papa a Santiago el Xacobeo logrará una repercusión a nivel internacional tremenda. Es un antes y un después. El propio alcalde de Santiago, José Bugallo, así me lo dijo cuando hablé con él por teléfono. Decía que el Xacobeo había cambiado totalmente.

-¿En qué otros aspectos es importante?

-Desde el plano espiritual es muy importante, ya que fortalece esa dimensión espiritual que, desde hace siglos, marca la búsqueda del hombre de su trascendencia en la proyección del más allá. Además de ello, todo indica que la asistencia de Benedicto XVI será de una gran importancia para sentar las bases doctrinales de un Papa preocupado por Europa, un Papa decididamente europeísta. En ese sentido, creo que uno de los discursos más importantes de su trayectoria será el que dé en Santiago. Seguramente será una lección magistral de lo que es Europa. Para España será un motivo especial de orgullo y, en el caso concreto de Galicia, aún más, porque no conocía la tierra que él denomina hermana de su Baviera natal, ni Santiago, que representa el final de este camino europeísta.

-El Papa es una figura relevante, pero Santiago también es un sitio especial. ¿Ha sido difícil lograr su visita?

-Claro que sí. Al Papa se le está invitando constantemente. Se le invita a años santos, a centenarios, a todo. Todos los jefes de Estado que visitan el Vaticano le dicen que vaya a sus respectivos países. Los obispos hacen lo mismo. El Papa, lógicamente, no puede estar en un constante viaje y selecciona mucho a dónde va. Escoge lugares alegóricos en los que difundir el mensaje. Si se fijan, ha ido a Lourdes y Fátima, dos santuarios relacionados con la Virgen. Ahora llegará a Santiago, un lugar de peregrinación.

-También debe influir su edad.

-Por supuesto. No hay que olvidarse de que el Papa tiene 83 años y que, años antes de ser nombrado, tuvo dos pequeños derrames. Por ello, los médicos le recomiendan que no suba a aviones y en casos como el de la Jornada Mundial de la Juventud que tuvo lugar en México, no pudo ir debido a la altitud.

-¿Desde cuándo se sabía la noticia?

-La sabíamos desde unos pocos días antes [de que trascendiese la noticia] , pero no muchos. Lógicamente se mantuvo en secreto, lo que se denomina embargado. El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, vino a Roma a entregarle la medalla de oro. Esa noche cenamos en la embajada y ambos intuimos que se iba a confirmar la visita. Luego vino Feijoo y, en audiencia privada, el Papa se lo confirmó a don Julián.

-¿Qué tipo de visita hará?

-Pastoral, no de Estado. Es decir, el Papa llegará como peregrino para visitar la tumba del Apóstol. No va a haber ningún acto multitudinario como el que en su día se hizo en el Monte do Gozo con Juan Pablo II. Yo creo que vendrá por la mañana, oficiará una misa y lo más seguro es que ya no duerma en Santiago, sino en Barcelona. Pero nada de eso está confirmado.

-¿Y no ha hecho usted presión para que viniese a su ciudad, A Coruña?

-Existen testigos de una comida en la que le planteé al Papa la posibilidad de celebrar una misa en el lugar en el que se hundió el Mar Egeo , al lado de la torre de Hércules. Pero estas cosas resultan muy complicadas.