Poderes de ida y vuelta

GALICIA

21 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La Conferencia de Presidentes Autonómicos cumplió el pronóstico. El fiasco estaba cantado no habiendo reparto de millones por medio. Hasta ahora, se han celebrado cuatro y la única en la que se alcanzó un acuerdo fue la celebrada en el 2005, cuando Zapatero acudió a la cita con 1.700 millones de euros en la cartera. En esta ocasión el presidente no solo llegaba con los bolsillos rotos, sino que, tras haber recortado la paga a los presidentes autonómicos, pretendía que ahorraran lo poco que les ha dado. Los barones del PP miraron el papel que les entregó Zapatero a los postres y pese a lo pantagruélico de la comida detectaron que firmar aquello les iba a salir caro. Lo demás fue ya buscar excusas para rechazar el acuerdo por parte de los populares y tratar de poner lazos al regalito por parte del Gobierno. Pero aunque económicamente la conferencia fue huera, la reunión sirvió para trazar un dibujo nítido del equilibrio de poder autonómico en el PSOE y el PP. Los barones populares no se cortan al reconocer que no están dispuestos a que el Gobierno les exija un rigor presupuestario que Zapatero no se aplica a sí mismo. Ellos tuvieron que dar la cara rechazando el acuerdo, pero aseguran que varios presidentes autonómicos socialistas estaban aterrados ante la perspectiva de tener que cumplir el límite de un 3% de déficit en los próximos años.

Pero ningún barón socialista levantó la voz para cuestionar las exigencias de Zapatero. La situación deja claro que el históricamente férreo poder autonómico del PSOE ha desaparecido. En el socialismo actual no hay ni rastro de contrapoderes territoriales como el que tuvieron Rodríguez Ibarra, Chaves o Bono. Hoy, el poder de Zapatero es omnímodo

En el PP la situación es la contraria. Con Aznar, ningún barón autonómico pintaba nada en Madrid. Ni siquiera Fraga, que prefería ahorrarse el viaje a la capital antes que acudir a las reuniones de Génova para aplaudir al líder y decir a todo sí señor. Casi los mismos que nunca dijeron una palabra más alta que otra ante Aznar se sienten autorizados hoy para hablar con voz propia. El castellanoleonés Juan Vicente Herrera, el murciano Valcárcel, el riojano Pedro Sanz o el valenciano Camps, antes palmeros de Aznar, le aprietan ahora las tuercas a Rajoy.

Pero el gallego Núñez Feijoo es ya claramente el barón más poderoso del PP, hasta el punto de que pese a ser el último en llegar, sus compañeros lo respetan más que al propio Rajoy. Es, de hecho, el número dos no oficial del PP. Llevó la voz cantante del partido durante la conferencia. Su ascendente en el PP es tan claro que dirigentes socialistas confesaban a La Voz que es a quien más temen de cara al futuro. «Tiene todo lo bueno de Gallardón como candidato, con la ventaja de que es querido y respetado en su propio partido», aseguraba uno de ellos.