Los nuevos residentes de Teixeiro tienen buena cobertura de móvil. Es lo que los salva porque cada nuevo empadronado engrosa también las listas de espera para disponer de un teléfono fijo e Internet. Es el caso de Manuel Abad, que lleva meses reclamando a Telefónica una línea para poder hacer más fácil la gestión de sus dos granjas de gallinas. Residente en la rúa Río Mandeo, de Teixeiro, la firma ya le ha avisado de que «es el número ocho esperando en esa calle». «Pedimos unha líña ADSL e a subcontrata xa nos dixo que o tomásemos con calma, que a cousa vai para rato», apunta Abad. «O cable que chega ao pobo na centralita está saturado, vivimos a media hora da Coruña e estamos como nunha aldea illada», añade.
La vida sin Internet ni teléfono lo obliga a ir cada semana a la librería para enviar faxes. El clic que le ayudaría a encontrar subvenciones para su granja, así como los boletines de las grandes empresas del sector, debe buscarlos por otro lado. «Imos á aula de cultura a buscar en Internet ao lado dos rapaces como se fósemos nenos pequenos», se lamenta.
Su mujer, Virtudes López, se suma a la ironía. «A coña é que Zapatero vai dar ordenadores aos nenos. ¿Para que? Nestas condicións aquí non se precisan», señala. A apenas un kilómetro, en el polígono industrial de la localidad, cinco empresas sobreviven en las mismas condiciones. La compañía ya los ha avisado de que no habrá servicio de Internet hasta que lo soliciten un mínimo de treinta empresas. Largo se lo fían. Faltan más de veinte naves para alcanzar la cifra.