Cafés y bocadillos con peaje

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GALICIA

Los precios en las áreas de servicio de las autopistas varían notablemente entre sí y están por encima de los de las ciudades

09 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Quien se disponga a emprender un viaje por alguna de las autopistas de pago de Galicia ya sabe de antemano que el importe de los peajes subirá la cuenta final del desplazamiento. Si además es necesario detenerse en un área de servicio, sea para repostar combustible, descansar o hacer un alto para comer, el gasto variará en función del lugar elegido para efectuar la parada: las diferencias entre las mismas consumiciones pueden ser de tan solo unos céntimos o llegar incluso al euro y medio. Además, los precios de las consumiciones en las áreas de servicio, y esto incluye también a las de las autovías, están por encima de los habituales en un bar o cafetería de cualquier ciudad gallega, algo que el viajero habitual de las autopistas ya tiene asumido. La alternativa, además, sería desviarse, una opción que, si es más barata en precio, resulta más costosa si se mide en tiempo.

Tomarse un café con leche puede oscilar entre el euro que hay que pagar en Larín (Arteixo), en la AG-55, y los 1,45 si se para en O Burgo o San Simón, ambas en la AP-9. En otros lugares, la misma consumición puede costar 1,20 o 1,35.

Oscilaciones

Lo mismo ocurre con el agua. Si se toma como referencia la botella de medio litro, un tamaño habitual entre viajeros que realizan desplazamientos largos, las variaciones en los precios son todavía mayores. Uno de los más baratos se encuentra en el área de servicio de Silleda en la AP-53, donde las botellas las recoge el propio cliente de una nevera: por medio litro deberá pagar 90 céntimos. En San Simón y O Burgo, en cambio, habrá que pagar 1,60 euros. En otras áreas de servicio, como la de Guitiriz en la A-6 o la de Ribadavia en la A-52, por citar dos en las autovías, el precio está por encima del euro, 1,35 y 1,40, respectivamente.

Asimismo, los refrescos también superan el euro y, en algunos casos, su precio se acerca a los dos. El viajero que circule por la autopista AP-9 tendrá que pagar 1,80 por una coca-cola si elige detenerse en las áreas de Ameixeiras o Compostela, mientras que de su bolsillo saldrán 1,90 si para en O Burgo o San Simón. En este mismo vial, si se toma la bifurcación hacia Ferrol, el precio en la de Miño es de 1,75. Entre los más baratos, nuevamente, se encuentra el área de Silleda, donde una coca-cola cuesta 1,45.

Los mayores desembolsos llegan cuando se pasa de la bebida a la comida. La opción del bocadillo, una de las más socorridas, se acerca por lo general a los cuatro euros. En la mayoría de las áreas de servicio gallegas un bocadillo de jamón serrano cuesta 3,80 euros. En Miño el precio baja ligeramente, hasta los 3,50, y en Larín, todavía más, y se sitúa en 3,25. Pero también pueden establecerse más variaciones en función de la preparación del bocadillo, de los ingredientes que lleve y de su calidad. En Guitiriz existe la posibilidad de pedir jamón ibérico, lo que eleva el precio a 5,95 euros. En Silleda, el jamón ibérico es más barato: 4,95, y con tomate.