Militantes socialistas mostraron su indignación por lo que consideraron «una provocación», e incluso la secretaria de organización se levantó para mostrar ante las cámaras la carta de expulsión, confirmada desde la ejecutiva federal.
Los tránsfugas siguen considerándose socialistas. De hecho, en el pleno en el que dieron el bastón de mando a un edil del PP portaban las rosas que simbolizan al PSOE. Seguir perteneciendo a esta agrupación tiene también repercusiones económicas. Cada grupo político percibe unas cantidades en función de su representación. En el caso del PSOE de Gondomar suponen alrededor de 2.000 euros anuales, que son los propios concejales los que se encargan de administrar. La cifra se reduce si dejan de pertenecer al partido.