«Si esto sigue así, gane quien gane, mandará el Bloque»

Luís Villamor

GALICIA

La diputada vasca busca en Galicia el candidato de UPyD para las autonómicas

06 sep 2008 . Actualizado a las 12:50 h.

Reconoce que le ha echado la red a una persona concreta para encabezar el cartel de UPyD en las próximas elecciones autonómicas, pero no revela su nombre porque se lo está pensando. Rosa Díez, portavoz de esta formación, que tiene poco más de un año de vida, busca en Galicia un profesional de prestigio. Díez ha venido a Santiago a organizar sus huestes, pero asegura que si no pica el mirlo blanco tampoco pasa nada: «UPyD no es el Real Madrid, aquí no hay galácticos».

-Se dice que es usted musa mediática para la derecha...

-Yo no soy musa de nadie. En todo caso hemos sido la gran sorpresa: un partido progresista y nacional. Defendemos sin complejos la unidad de la nación española. Se necesita un Estado fuerte, una nación fuerte, que garantice los derechos a todos los ciudadanos. Estamos demostrando que se puede hacer política con sentido institucional y eso no es de derechas ni de izquierdas: es ser progresistas. Y hemos votado iniciativas de otros grupos, sin preocuparnos quien las presentaba.

-Con la correlación de fuerzas actual, si ustedes sacaran un diputado, serían bisagra en el Parlamento gallego...

-Pues sí. Hace falta una fuerza política más interesada por el progreso que por la identidad. No nos interesa la identidad de los gallegos, que saben perfectamente quienes son, nos interesa el progreso de los gallegos.

-¿Cómo andan de candidaturas y de cabeza de cartel?

-No hemos hecho las listas. En el partido, que es muy transversal, hay sociólogos, médicos, abogados, profesores universitarios, taxistas... y mucha gente joven. Ayer empezamos a trabajar en la campaña y en las listas, pero tenemos más tiempo, al haberse retrasado las elecciones. Nos presentaremos en todas las circunscripciones.

-¿Su caladero electoral?

-En las generales, un 60% de nuestros votantes lo eran del PSOE, y un 40%, del PP. Y luego hubo mucha gente que se había refugiado en el voto en blanco, la abstención o no había votado nunca.

-¿La obtención de un diputado en Madrid les da alas?

-UPyD es la opción de la gente que quiere votar a gusto y se arriesga a cambiar. En este sentido, creo que el 80% de los gallegos son de UPyD y no lo saben. Me lo decía hace poco un médico gallego. Galicia es el ejemplo de unos políticos que han venido a crear problemas a los ciudadanos que antes no tenían. La política lingüística es un ejemplo. Había un bilingüismo social normalizado, por así decirlo. Cuando han decidido normalizar la política lingüística han generado un problema, porque han privado a muchos gallegos de un instrumento de competitividad tan importante como es el castellano. Y han privado a la comunidad en su conjunto de que gente muy preparada venga a trabajar aquí.

-Hay otro manifiesto para equiparar en derechos el gallego con el castellano, para que se pueda vivir en gallego.

-¿Pero qué es vivir en gallego? Cada uno vive en la lengua que le da la gana. Este es el problema identitario que han generado los nacionalistas y al que se han plegado los socialistas y, con complejo, los del Partido Popular, porque todo el problema viene de normas que provienen de la época en que gobernaba el PP. Los unos se pliegan y los otros son acomplejados. Si esto sigue así, gane quien gane en las próximas elecciones, mandará el Bloque. La cuestión es que el castellano no tiene derechos ni el gallego tampoco. Los que tienen derechos son los ciudadanos. Se trata de garantizar el derecho a elegir.

-O sea que usted cree que está en peligro el castellano...

-El manifiesto lo niega expresamente, es un idioma riquísimo, pero si hay tres generaciones que no lo aprenden bien, su capacidad para competir sí está en peligro.

-¿Qué opinión le merece el presidente de la Xunta, compañero suyo en su etapa socialista?

-Le tengo respeto personal y cariño, pero creo que ha hecho de Galicia lo que Zapatero en España. Para dirigir el poder, sin haber ganado las elecciones, ha entregado una parte a quienes creen que Galicia es una nación. Ha abandonado su sentido de Estado.