Lavacolla recibe su particular «gordo»

M. Cheda

GALICIA

El aeropuerto de Santiago supera por primera vez los dos millones de viajeros anuales, tras aterrizar una coruñesa de adopción que trabaja para el Ayuntamiento de Marbella

22 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

«Cuando me lo comunicaron, la verdad, pensé: ''No puede ser, qué casualidad, pero si a mí nunca me toca nada...''». Esto lo declaró ayer María Soriano Acero, 37 primaveras, la tez morena, sonrisa de media luna, los nervios aflorando, madre de dos niñas, extremeña de cuna, gallega de adopción y marbellí de residencia. Se lo dijo a los medios de comunicación al ratito de abandonar un avión que, procedente de Málaga, había tomado tierra en Santiago a la una y cuarto de la tarde, con 55 minutos de retraso. Acababa de convertirse en la pasajera número dos millones de Lavacolla durante el 2007, un récord. Le cayó esa breva a ella, justo a ella, que había amanecido en Andalucía sin mayor pretensión que la de anochecer feliz en A Coruña, donde viven sus familiares, donde suele pasar la Navidad.

María Soriano trabaja donde lo hacía el novio de la Pantoja, Julián Muñoz, o sea, en el Ayuntamiento de Marbella, foco sempiterno de la prensa, objeto cotidiano de los flashes. Sin embargo, ayer no semejaba cómoda ante las cámaras; se la veía casi tan tímida como a sus hijas, de 6 y 9 años. La recibió el director de la terminal, Luis Rey Pomar, con dos besos en las mejillas y tres regalos en las manos: una plateada placa conmemorativa, unas flores y un libro histórico sobre la relación de Compostela con los pájaros de acero.

Además, la compañía que había elegido para desplazarse desde Málaga hasta Santiago, Vueling, la agasajó con un talón que podrá canjear por un par de billetes a cualquiera de los destinos ofertados por la citada empresa. No le vendrá nada mal este obsequio, pues, anualmente, acostumbra a tomar una veintena de vuelos. «Que esta viajera tan especial haya confiado en nosotros, en el fondo, reconoce la enorme contribución que estamos realizando al crecimiento de Lavacolla; en estos momentos, somos su principal motor de desarrollo», manifestó a La Voz el jefe de relaciones externas de la aerolínea, Alfons Claver, una vez concluido el acto.

Treinta rutas, setenta firmas

Como unas castañuelas también se encontraba Rey Pomar. Recién designado para el cargo que ocupa, destacó: «Cuando termine, en el 2007 habremos dado servicio en este aeropuerto a 70 compañías de transporte y mantenido operativas 30 rutas regulares». «En el conjunto del último lustro -agregó-, hemos obtenido un gran incremento de usuarios, unas cifras que son realmente importantes».

No en vano, por primera vez en su historia, la compostelana viene de ingresar en el club de terminales con más de 1.999.999 pasajeros por ejercicio, un grupo integrado por 17 de las 46 instalaciones que gestiona Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena). Hasta ahora, de toda la mitad norte del país, solo tres recintos habían logrado superar esa barrera: Barcelona, Bilbao y Gerona. Así es que Rey Pomar se despidió de Soriano como lo hizo: «María, le doy dos millones de gracias, dos millones».