La nueva terminal de Lavacolla costará 46 millones menos de lo proyectado y se hará en 26 meses

M.?Cheda

GALICIA

29 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Reunido el pasado lunes en Madrid, el consejo de administración de Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) decidió encargar la ejecución de la nueva terminal de pasajeros de Lavacolla a una alianza de empresas integrada por Corsán-Corviam, Copcisa y Teconsa. De las 13 ofertas que manejaba el ente público, la formulada por estas firmas era la segunda más ventajosa económicamente, con un coste de 125,8 millones euros, 45,6 menos que los presupuestados en inicio, lo que equivale a una rebaja del 26,6%. En el polo negativo, su propuesta compartía con otras nueve la condición de menos rápida, por sus 26 meses de obras, frente a los 24 comprometidos por Acciona y Ploder.

Ese plazo no comenzará a contar hasta la formalización de un trámite administrativo técnicamente conocido como firma del acta de comprobación de replanteo. De acuerdo con fuentes de una de las sociedades adjudicatarias consultadas ayer, esa rúbrica se demorará hasta febrero o marzo. Así que la inauguración del recinto, siempre que las partes respeten el contrato, se producirá en la primavera del año santo 2010, como pronto.

En una nota de prensa difundida ayer, Aena quiso destacar: «Esta actuación ha sido adelantada cuatro años por el actual equipo directivo con respecto a la programación inicial, puesto que la obra se iba a comenzar en el 2012». En cambio, el comunicado no menciona que, con posterioridad a ese cambio de calendario que cita, el Ministerio de Fomento anunció la entrada en servicio de las instalaciones para «antes del 1 de enero del 2010», como puede leerse en una respuesta parlamentaria del Gobierno publicada en la página 120 del Boletín Oficial de las Cortes Generales del 14 de diciembre del 2005. Al haberse prolongado por espacio de seis meses y medio el proceso selectivo de contratistas, el Ejecutivo ya no se halla en disposición de cumplir aquellas palabras.

Las tres empresas escogidas han desarrollado proyectos del sector. Por ejemplo, Teconsa materializó el macroaparcamiento de aviones de la base militar de Rota (Cádiz) y Copcisa asumió el acondicionamiento de la plataforma sudeste de El Prat (Barcelona), donde también creó la tercera pista. Aunque a ambas les gana en trayectoria Corviam, que pertenece al Grupo Corsán-Isolux, el cual, a medias con Sacyr, está construyendo el polémico y enorme aeródromo de Ciudad Real, también bautizado como Madrid Sur. Se trata del primero español de categoría internacional en manos del capital privado y de uno de los pocos aptos para el aterrizaje del aparato más grande del mundo, el Airbus 380.

Base de rutas de bajo coste, complejo de oficinas, palacio de congresos... Aena todavía no ha aprobado formalmente el destino que le aguarda al Lavacolla actual. El nuevo se ubicará a menos de medio kilómetro del otro y obligará a trasladar el campo de golf que, sobre terrenos cedidos por el Ministerio de Defensa, actualmente gestiona el Real Aero Club de Santiago. El edificio principal superará ligeramente los 74.200 metros cuadrados de superficie, tanto como diez plazas iguales a la del Obradoiro. Además, dispondrá de un párking el doble de espacioso, con capacidad para 3.575 vehículos, sin contar los taxis y autobuses. La inversión, asimismo, incluye complementos como viales de acceso, glorietas y labores de urbanización.

Unos 11.000 viajeros al día

Puesta en marcha la terminal, Galicia dispondrá de una infraestructura de primer nivel, preparada para absorber sin ahogos todo tipo de vuelos: domésticos, líneas exteriores y turísticos, entre otros. Soportará hasta 27 salidas y llegadas por hora. Con 32 mostradores de facturación, diez pasarelas de embarque, ocho salas de recogida de equipaje y un centro comercial, ha sido dimensionada para acoger a 11.000 viajeros al día, frente a los 5.450 actuales. Finalmente, desde una moderna y elevada torre de control -ya levantada y pendiente de equipar-, se canalizará el tráfico del noroeste peninsular.

Conocida la noticia, el alcalde de Compostela, Xosé Sánchez Bugallo, se felicitó por el impulso definitivo a una «actuación moi importante para toda Galicia», mientras la conselleira de Política Territorial, María José Caride, expresó la satisfacción que le produce atisbar ya una instalación «de futuro». Además, el regidor avanzó que la próxima semana se desplazará a Madrid con la meta de cerrar un acuerdo entre Aena, Defensa y el Aero Club que garantice la disponibilidad del suelo preciso para iniciar la obra en tiempo.