El promedio anual en los últimos diez ejercicios ha sido de casi 11.000 focos Espera recortar un 20% la superficie media quemada por fuego con el nuevo dispositivo
10 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Con el desastroso balance incendiario del 2006 aún caliente, la Xunta encara la nueva temporada de riesgo con el objetivo de bajar de los 9.000 fuegos. Es la prueba de fuego para la Consellería do Medio Rural, cuyos dirigentes se encerraron este fin de semana en San Caetano para revisar los últimos detalles del plan trazado. Se han modernizado los medios e incrementado mucho los recursos para prevenir y combatir los incendios, centralizando el mando del dispositivo de defensa. Y saben que no pueden fallar. El conselleiro Suárez Canal dijo que no debería superarse la media de tres hectáreas quemadas por fuego, y quiere reducir el número de incendios un 20% respecto a la media de la última década, que es de 10.740 por año. Así, el objetivo es no superar la cifra de 8.592 en el 2007. La meta sobre superficie quemada supone bajarla en el mismo porcentaje, con lo cual, al final de este año, no debería sobrepasar las 30.409 hectáreas, pues en los diez años anteriores ardieron 380.116 hectáreas. Los fuegos mayores de 25 hectáreas deberán mantenerse por debajo del 2% del total. De momento, las cosas parecen ir bien, pues algunas fuentes cifran en un tercio los fuegos registrados hasta ahora, en comparación con los del 2006 por las mismas fechas. Medio Rural ni lo confirma ni quiere triunfalismos. Sabe que diez días fatales cambiarían todo. La falta de coordinación entre los medios autonómicos, brigadas municipales y apoyos foráneos desató críticas el año pasado. Este año, la Xunta ha centralizado el mando en Santiago, con un sistema informático de gestión de fuegos y los servicios provinciales enlazan además con Protección Civil para ver al instante las llamadas al 112. Hay más GPS en vehículos, videovigilancia y aviso por SMS a los alcaldes. El tiempo de reacción debería ser menor si el sistema funciona. En cuanto a la disuasión, será clave controlar a los incendiarios sospechosos, pues hay distritos donde se repiten los fuegos. A la Guardia Civil, con agentes a caballo, más patrullas y medios de visión nocturna, se suman 93 miembros de la Policía Autonómica (64 en el 2006) para investigar incendios e incendiarios. Jacobo Feijoo, de Unións Agrarias, alaba el esfuerzo en desbroces y ve clave mantener los pirómanos a raya. Valora que ya el pasado año algunos fueran apresados in fraganti, y no en su casa. La seriedad del plan policial se confirmará en verano, pero ya fueron detenidas 106 personas cuando en todo el 2006 habían sido 133. La vigilancia diaria del Voluntariado do Monte, las 75 patrullas de la Brilat y las nuevas agrupaciones vecinales de vigilancia forestal también pasarán su prueba. Medio Rural consensuó con la Fegamp un plan de desbroces al que se sumaron 215 concellos. Las elecciones, la burocracia de los convenios y contrataciones y las lluvias retrasaron algo los trabajos (a certificar antes del día 30), pero se considera un éxito pues todos esos concellos deberán limpiar más de 45 hectáreas alrededor de núcleos rurales para salvaguardar casas y crear cortafuegos. «Traballouse durante meses en labores de defensa e desbrozando máis que nunca, tanto deputacións, como Administración central, concellos e agrupacións forestais están en boa disposición», dice Francisco de Ana Magán, presidente de la Asociación Forestal de Galicia. Con 183 millones presupuestados para prevención y extinción, la vituperada «economía do lume» se dispara. Se reforzaron las ayudas a la silvicultura, pastoreo y especies frondosas. Las leyes de prevención y Banco de Terras también están en vigor, aunque mucha gente desconoce la norma y aún reforesta los prados con eucaliptos.