Australia subasta el «Viarsa», pese a que fue exculpado de pesca ilegal

La Voz E. A. | REDACCIÓN

GALICIA

Con la venta del buque pretende compensar los costes de los 21 días de persecución en el 2003 Canberra permitirá su vuelta a la actividad comercial si hay garantías de que acatará las normas

30 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

El Gobierno australiano ha decidido deshacerse del barco que más quebraderos de cabeza -y disgustos- le ha dado: el Viarsa . Lo subastará casi cuatro años después de la que fue la persecución en caliente más larga de la historia. Duró 21 días y llevó a una de sus patrulleras, la Southern Supporter , a lo largo de 3.900 millas, las que separan las islas Heard and McDonald del punto en el Atlántico sur, entre las Malvinas y Ciudad del Cabo, en el que fue apresado el palangrero gallego. Fueron 21 jornadas sembradas de tormentas, nieves e icebergs para capturar una embarcación de la que sospechaba que había pescado ilegalmente merluza negra en sus aguas. Aunque todo ese esfuerzo se desinfló en noviembre del 2005, cuando un tribunal de Perth absolvió a los tripulantes del Viarsa del delito que las autoridades pesqueras les imputaban, Australia no ceja en el empeño de intentar resarcirse de las pérdidas. Los perjuicios fueron económicos, de imagen y de credibilidad, pues el fallo exculpatorio dio al traste con la idea de adalid de la lucha contra la pesca ilegal que Canberra intentó transmitir en los medios de comunicación que difundieron las imágenes de la persecución en todo el mundo.? Pero que la Justicia no le haya dado la razón y que no disponga de pruebas de que la merluza negra que llevaba a bordo el barco fue capturada de forma ilegal no es impedimento para Australia, que ha decidido vender el Viarsa de la misma forma que hizo en su día con la carga que decomisó junto al buque. Pesca o desguace Las ofertas por la embarcación podrán presentarse a la AFMA (Australian Fisheries Management Authority) antes del próximo 14 de mayo. Y aunque las autoridades pesqueras admiten que con la subasta intentan compensar los abultados costes del apresamiento del barco, no lo entregarán al mejor postor, sino al candidato que consideren más adecuado. En las bases que regulan la puja, el Gobierno australiano recoge varias de las posibles salidas para la embarcación, como el desguace para chatarra o su adquisición para dedicarlo a fines de interés comunitario; y, por supuesto, no descarta su regreso a los caladeros para dedicarse de nuevo a la pesca comercial. Eso sí, deja claro que tendrá que tener garantías suficientes de que esa actividad se ejercerá en el marco de la más absoluta legalidad. La AFMA mirará con lupa ciertos detalles antes de asignar el barco a un postor. Tendrá en cuenta, en primer lugar, los beneficios para la comunidad australiana; sin olvidar, por supuesto, la viabilidad financiera del que puja, y observará asimismo que la oferta presentada atienda a consideraciones medioambientales. También tendrá en cuenta si la propuesta ofrece confianza de que el buque no «retomará las actividades pesqueras ilegales», según reza textualmente en las normas de la subasta. En el caso de que el pesquero se entregue a un armador que pretenda volver a dedicarlo a la pesca comercial, éste tendrá que hacerlo bajo bandera australiana, pues uno de los requisitos es que el buque permanezca al menos cuatro años en el registro de la flota de ese país. Durante ese período, no podrá venderse, ni abanderarse en otro país.