El 2007 se presenta negro para el cerco y optimista para el Gran Sol

La Voz E. A. | REDACCIÓN

GALICIA

La vuelta de los barcos gallegos a Marruecos es uno de los hitos que marcarán el nuevo año Galicia deberá lidiar con Canadá para tratar de recuperar cuota para poder pescar fletán

01 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

?l 2007 presenta varias caras para la pesca gallega: la nefasta, con la que se aparece para el cerco; la optimista, con la que recibe a la flota de Gran Sol; y la más galaica, esa que aparece al responder «depende» a la pregunta de cómo será el futuro. Es esta última la que ofrece a los barcos que faenan en las aguas de la NAFO (Organización de Pesquerías del Atlántico Norte), que en el último trimestre de este ejercicio verán expirar un plan de recuperación del fletán que redujo a 16.000 toneladas el total admisible de capturas (TAC) -menos de la mitad que en el 2003, cuando arrancó el programa- y tendrán que lidiar con Canadá para recuperar parte de su esfuerzo pesquero. La revisión de la cuota española de fletán es sólo una de las anotaciones de la agenda de la pesca gallega. . Todo apunta a que el 2007 será finalmente el año en el que la flota gallega regresará al banco canario-sahariano. Aunque en principio el retorno estaba previsto para marzo del año pasado, complicaciones burocráticas han demorado la reentrada de los buques comunitarios a las aguas que administra Rabat. Ahora bien, la presencia gallega no tendrá ni punto de comparación con la de antaño: frente a los en torno a 120 buques gallegos expulsados del caladero en noviembre de 1999, sólo volverán 17 en el marco del presente acuerdo. . La flota del cerco gallega se quedará sin campaña de la anchoa a partir de marzo. No será hasta junio cuando se decida si se levanta o no la veda. En lugar de costera habrá prospecciones, pero sólo 20 buques españoles tendrán la oportunidad de sortear ese TAC cero impuesto para el bocarte por Bruselas. Si se sigue la proporción actual, sólo seis o siete cerqueros gallegos podrán pescar en el golfo del Cantábrico, frente al más de medio centenar que cambiaban temporalmente su puerto base en Galicia por otro del País Vasco. Al no poder participar en la costera, todo el esfuerzo de la flota cerquera se concentrará en las aguas gallegas, por lo que se corre el riesgo de sobreexplotar el caladero. El TAC cero para la anchoa puede tener un efecto dominó en una pesquería que comparte con la del cerco el hecho de ser una especie objetivo: el arrastre de litoral. Durante todo el año pasado, este segmento de flota estuvo haciendo encaje de bolillos para mantener el precio del jurel a niveles que les permitiesen un margen de rentabilidad. Además de la insolidaridad de parte del sector, ahora tendrán que hacer frente a la saturación que podría suponer una sobreoferta de pescado al descargar más jurel. ? El respiro para el Gran Sol. La única flota para la que el 2007 se presenta tranquilo es para la de Gran Sol -y no toda-, ya que ha visto incrementadas sus cuotas de merluza, rape y gallo. Este año los buques que faenan en esas aguas estrenan un nuevo sistema de gestión, las cuotas individuales para cada barco, un método que esperan que ponga fin a las imprevisiones que hicieron que en el 2006 la cuota se agotase en agosto. A nivel comunitario, la UE tiene que renovar los acuerdos de pesca con Costa de Marfil, islas Salomón y Mauricio, estos dos últimos de gran interés para la flota atunera. Además, entra en vigor un nuevo protocolo con Groenlandia, aunque el nuevo acuerdo reduce unas posibilidades de pesca en las que Galicia ya tenía poca parte. Aún en Europa, sigue pendiente la introducción de cambios en el calendario pesquero, pues el comisario de Pesca, Joe Borg, quiere retrasar a febrero el tradicional Consejo de Ministros de Pesca de diciembre, en el que los Estados se reparten las cuotas para el ejercicio. Con eso se evitarían las sesiones maratonianas que cada año desvelan a todos los ministros de los Veinticinco. Sociedades mixtas. Otro frente se abre para las empresas gallegas que tienen intereses en Argentina y Malvinas al mismo tiempo. Buenos Aires quiere obligarlas a decantarse por uno u otro país, al negar la licencia a aquellas que tienen permiso para operar en las islas bajo jurisdicción británica.