Los tripulantes del «Zamorano Primero» quieren estar juntos para «decir o que pasou»
GALICIA
«Tivemos sorte, puido ser moito peor». Fue la única referencia que Felisberto Varela, de 54 años, cocinero del Zamorano Primero hizo sobre lo acontecido en el interior del pesquero burelés el lunes. La advertencia fue reiterada: «Non imos contar nada ata que chegue o barco e estemos todos xuntos para decir o que pasou». Varela habló del estado del patrón: «Non ía moi ben, sobre todo na rodilla, e aquí arriba», dijo, señalando el tórax. Felisberto se recupera en su casa de Burela de las heridas que sufrió en el percance: un golpe en la cabeza que ha requerido varios puntos de sutura, y quemaduras en la mano y el brazo derecho. El marinero, de origen caboverdiano y nacionalidad portuguesa, llegó en la noche del miércoles a Burela junto al otro tripulante herido, Paulo Elías Riveira, que también tenía quemaduras diversas en las manos. Ambos pasaron un reconocimiento médico ayer por la mañana y, después, Paulo Elías retornó a su domicilio en Vila do Conde, aunque regresará el domingo. Encuentro Por otro lado, el Zamorano Primero se encontraba ayer a unas 690 millas de Burela y está previsto que esta madrugada se encuentre con el remolcador Valdivia . Ayer, el patrón del pesquero, Antonio José Rojo, manifestaba a La Voz: «Non me encontro ben para falar. A travesía de momento vai ben». Hoy se sabrá si finalmente es evacuado a tierra. Los familiares de José Andrés Rodríguez Cornide contarán con el asesoramiento legal de los servicios jurídicos de la CIG de Ferrol para personarse en la causa que investigará los hechos ocurridos el lunes en aguas lusas. Un tío del marinero de Cariño desaparecido desde entonces dijo ayer que la intención de la familia es conocer toda la verdad sobre lo ocurrido y evitar que se condene a su sobrino como se está haciendo. Manuel Martínez, que es también patrón de barco en Gran Sol, llamó la atención ayer sobre el hecho de que el Zamorano Primero no disparase las señales de alarma tras el suceso. Explicó que eso es lo primero que el patrón de un buque debe hacer cuando uno de sus hombres cae al agua y, subrayó que, en el caso de su sobrino, «no se tiró nada, ni se hizo nada».