El alcalde de Agaete (Gran Canaria) quiere saber cómo se reparó la Pedra de Abalar de Muxía para aplicar el mismo método al monumento natural que el «Delta» derribó.
07 dic 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Un viento de 130 kilómetros por hora acabó, el 28 del mes pasado, con 300.000 años de erosión sobre una roca, el Roque Partido, más conocida con el nombre del Dedo de Dios, bautizada así hace 80 años por el escritor Domingo Doreste. Y, sí, un dedo parecía, señalando al cielo, manteniendo su última falange en complicado equilibrio desde hace centurias. Pero un día tenía que pasar lo que pasó: ahora se ha quedado en puño y algo de muñón, y las tres rocas en las que se ha descompuesto yacen bajo el mar. El suceso ha causado conmoción en todas las islas Canarias, ya que se trataba de uno de sus monumentos naturales más admirados. El debate está abierto. ¿Qué se puede hacer? ¿Mostrar las piezas en un museo, recomponer el índice basáltico, dejarlo como está? El alcalde de Agaete, se muestra partidario de reconstruirlo. Pero quiere que un comité de expertos analicen las posibilidades y decidan la más idónea. Es aquí donde entra en juego la Pedra de Abalar de Muxía: esa roca granítica de 70 toneladas que, cuenta la tradición, no es otra cosa sino la barca petrificada de la Virgen. Ya se sabe que la vela está al lado, la Pedra dos Cadrís, la que dicen que sana lumbalgias y sus derivados, y el timón un poco más allá. La Pedra de Abalar, que oscila a un lado y a otro para goce de romeros y cumplimientos de tradiciones en desuso (fecundativas, adivinatorias, probatorias, siempre al compás del bun-bun) ha estado siete años más o menos inoperativa debido a la rotura de uno de sus trozos. Sesudos estudios intentaron colar ambas partes, con tenues resultados. Ya habían fracasado los tres anteriores, desde que una fuerte ola la partió en el 78. Hasta que, en mayo de este año, se puso en práctica un proyecto de dos profesores de la Escuela Superior de Ingeniería de Caminos de A Coruña, a base de nuevas técnicas y el empleo de resistentes resinas y fibras de carbono, que funcionó. La Pedra parece nueva, y desde luego es una. Enterado de este adelanto, que además ha salido muy barato, el alcalde canario quiere contactar cuanto antes con los autores (ingenieros, empresa) del trabajo para ver si lo aprendido en el arreglo de la Barca de la Virgen sirve para suturar el Dedo de Dios.