«The boss» contra Terminator

La Voz

GALICIA

El mundo a los cuatro vientos George W. Bush y John Kerry apuran la recta final de la campaña electoral de Estados Unidos apelando al apoyo de estrellas del cine, la música y la televisión

01 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

El futuro del mundo puede depender de los gustos musicales y cinematográficos de unos pocos millones de estadounidenses. Parece una afirmación desnortada, pero lo cierto es que los expertos atrapavotos de los partidos Demócrata y Republicano se han dado cuenta de que, para triunfar en la campaña electoral más polarizada de los últimos lustros, una foto del candidato saludando a una estrella de Hollywood o besando a una belleza del pop resulta mucho más eficaz que una trabajada victoria a los puntos en un sesudo debate televisado. En la recta final del mayor espectáculo del mundo, el candidato demócrata, John Kerry, cerró campaña en Cleveland (Ohio) con un mitin-concierto junto a Bruce Springsteen, The boss, autor de No surrender , banda sonora oficial de la campaña del aspirante, y también de Born in the USA, oficioso himno patrio que viene a ser a los EE.?UU. lo que a Galicia el Miña terra galega de Siniestro Total. Por su parte, Bush dará su último mitin en Dallas (Texas) tras haber recorrido en los ultimos días varios estados en compañía de Arnold Scwarzenegger, musculado gobernador de California y protagonista de la saga Terminator , que arrasa en las pantallas de todo el planeta desde principios de los noventa con planteamientos argumentales de rancio sabor republicano. La lista de famosos que apoyan a cada candidato parece diseñada para atraer a un sector específico del electorado. Así, mientras Bush se dejaba ver en amistosa actitud con otros experimentados especialistas del cine de buenos y malos, como Bruce Willis y Mel Gibson, Kerry se hacía con el favor de símbolos de la progresía juvenil como Kevin Bacon y Matt Damon. Si al aspirante se acercaba Martin Sheen, que interpreta a un presidente demócrata en la exitosa serie de televisión El ala oeste de la Casa Blanca , el presidente se honraba de tener entre sus votantes a Kelsey Grammer, protagonista de Frasier. Y mientras Kerry apelaba a iconos de la negritud -James Taylor- y del rock intelectual y ecologista -REM-, Bush se dejaba engatusar por ídolos de la música hispana -Ricky Martin- y del pop blanco, anglosajón y católico -Britney Spears-. Todo ello con la esperanza de que el éxito artístico sirva también para llenar el zurrón electoral con los votos de los indecisos, a quienes las encuestas atribuyen la decisión final sobre quién será el hombre más poderoso del planeta los próximos cuatro años.