Al Congreso en silla de ruedas

La Voz

GALICIA

JUAN LÁZARO

El mundo a los cuatro vientos El diputado del Partido Popular por Toledo Francisco Vañó se ha convertido en el primer parapléjico que ocupará un escaño en el hemiciclo

15 mar 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

A Francisco Vañó Ferré, que el domingo resultó elegido diputado nacional por Toledo, le va a resultar difícil ocupar su escaño en el Congreso. El problema no lo tiene él -que se mueve en silla de ruedas desde 1971- sino el edificio que alberga la Cámara baja. Las escaleras y los bancos que ocupan los parlamentarios no se llevan bien con los discapacitados físicos. Al menos por ahora. Las barreras arquitectónicas perviven en algunas salas del recinto, tanto en la parte vieja como en la nueva, y el ya diputado del Partido Popular se ha propuesto acabar con esa rigidez. A partir del próximo 2 de abril -fecha en la que se constituirá la Cámara- Francisco Vañó se convertirá en el primer parapléjico que ocupe un escaño en el Congreso. Casado, con dos hijos y 54 años, este concejal del Ayuntamiento de Toledo asume ilusionado un doble reto. El de representar a su provincia y, de paso, a tres millones y medio de minusválidos. Antes, claro, tendrá que acceder a su escaño para desarrollar su nueva labor política. Cuando su nombre saltó a la lista del PP, Mariano Rajoy le garantizó las obras necesarias, después de hablar con Luisa Fernanda Rudi. Ayer comentaba -debatiéndose entre la alegría personal y la tristeza corporativa- que confía en que el PSOE lleve a cabo todas las reformas. Un accidente de tráfico cuando tenía 21 años le obligó a «cambiar los coordenadas» de su vida. Su espíritu político lo forjó en el movimiento asociativo, siempre defendiendo los intereses de los parapléjicos y los minusválidos. En las últimas municipales el alcalde le ofreció la oportunidad de ir en la lista. «Sólo si no me llevas de florero». Lo colocó de número tres y hoy es concejal de Seguridad Ciudadana y Accesibilidad. Por ahora no ha pensado en dejar la labor municipal. Espera poder compatibilizar ambas tareas. «Al fin y al cabo, se trata de defender los intereses de Toledo», reconocía ayer a La Voz, al tiempo que asumía que se convertirá en el espejo en el que se mirarán muchos discapacitados. Gracias a que Francisco se ha colado en el Congreso (con el permiso de más de 170.000 toledanos), las barreras arquitectónicas que aún condicionan el hemiciclo empezarán, en poco tiempo, a ser parte del pasado. La silla de ruedas será compatible con el sillón de diputado. Hace semanas que Mariano Rajoy -cuando pensaba que la mayoría de los asientos los ocuparían diputados populares- valoró la participación en los comicios de este toledano de voluntad de hierro. Por lo particular de su participación en la vida política, por el «brutal valor pedagógico» que tendría para la sociedad su presencia y por algo mucho más pragmático: las obras que se realizarían -que efectivamente se realizarán-en el hemiciclo. Cuando lo incluyeron en la lista, encontró el respaldo de las asociaciones de discapacitados. Y es que sólo cuatro de los principales partidos políticos incluyeron a mi-nusválidos en sus listas en los últimos comicios. CiU presentó como número veinte al Congreso por Barcelona a Emili Figueras, que va en silla de ruedas a causa de una lesión medular.?    En el séptimo puesto de la lista por Córdoba del PSOE iba Carmen del Campo.?    Y en Alicante, el cabeza de lista por ERC era Antoni Valera, invidente y empleado en la ONCE. En abril, Francisco demostrará que al Congreso se puede llegar en silla de ruedas.