José Luis Orbáiz y José Santórum fueron sentenciados como capos a 20 años de cárcel cada uno Fueron detenidos hace casi siete años con cerca de una tonelada de cocaína.
05 sep 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Se lo tomaron con calma pero fueron contundentes. Cuatro meses después de finalizado el juicio, los tres magistrados de la sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional notificaron ayer una sentencia en la que condenan a 211 años de cárcel y casi 360 millones de euros de multa a 14 de los 18 procesados por la operación Santo. Que iban a ser condenados, ni ellos mismos lo dudaban, desde el momento en que el tribunal, a petición del fiscal, nada más concluir el juicio, acordó el ingreso en prisión de la mayoría, sin esperar a la sentencia. Lo má sorprendente es la cuantía de las penas. Son de las más duras que ha impuesto la Audiencia Nacional a narcos gallegos en los últimos años, y coinciden casi en su totalidad con la máxima petición realizada en el juicio por el fiscal. Todos ellos estaban acusados de haber participado, de una u otra manera, en un transporte de 859 kilos de cocaína que fueron confiscados en el buque Anita por la policía en noviembre de 1996. Penas individualizadas Las máximas penas -20 años de cárcel- fueron para el ex-guardia civil de Vilagarcía José Luis Orbaiz Picos y para José Santórum Viñas, alias O can , de Cambados, como dirigentes de la organzación. Los acusados que ocupaban un segundo nivel en la banda fueron condenados a 15 años cada uno. Cuatro de los procesados lo estaban por una segunda operación distinta a la protagonizada por Anita. De ellos, dos fueron condenados a sendas penas de diez años de cárcel y los otros dos, absueltos. También resultaron exculpados José Luis Orbaiz hijo y Manuel Bemposta Lago. El primero estaba acusado de haber relevado temporalmente a su padre en los preparativos de la operación por enfermedad de aquél, y el segundo de haber presentado al comprador y al vendedor del barco pesquero que participó en el transporte. Los dos socios La sentencia declara probado que José Luis Orbaiz padre llegó a tener a principios de 1996 importantes contactos con grupos de narcotraficantes colombianos que estaban dispuestos a facilitarle grandes partidas de cocaína. Como socio financiero para llevar a cabo las operaciones se buscó a José Santórum. Si Orbaiz ponía los contactos que mandaban la mercancía desde Colombia, O Can aportaba el transporte marítimo. Así, encargó a Fernández Graña que buscase un barco y se encargase de las comunicaciones con la nave. El elegido fue el San José II, propiedad de Castro Landín y de Ana María Nogueira, su compañera sentimental -en honor a ella le cambiaron el nombre-. Tras múltiples peripecias dignas de un culebrón, a primeros de noviembre de 1996 la policía interceptó el barco y detuvo a toda la banda.