El Dépor dice adiós a Europa

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade A CORUÑA

GALICIA

KOPA

Pese al triunfo ante el Manchester, el cuadro coruñés finaliza cuarto de su grupo.

19 mar 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Corresponde al Deportivo el curioso honor de ser el único equipo que ha vencido al Manchester en los últimos 24 partidos de los ingleses en Liga de Campeones. Y además, dos veces. Es algo de lo que no todo el mundo puede presumir, y el currículo del Deportivo no es tan abultado como para despreciar marcas así. Javier Irureta quería nivelar la estadística de victorias con el Manchester, y lo ha conseguido. Tres para cada equipo en dos temporadas. Con este triunfo, el Deportivo salva la honrilla europea y cierra una campaña continental razonablemente buena con el hito histórico de la eliminación del Bayern, al que se le ganaron los dos partidos. En cuanto al partido, la verdad es que fue casi un bolito para el Dépor, que apenas tuvo rival. El encuentro cogió el rumbo adecuado cuando Luque demostró que a pata lenta Blanc se le pueden sacar 15 metros en 20, como cuando jugaba en el Barcelona. Y Albert, empeñado en aprovechar todas las oportunidades que se le presentan, debió de espiar los defectos del francés unas cuantas veces en el Camp Nou. ¡Qué manera de correr! Pero por encima de su velocidad, la clave de esa jugada está en el control orientado, el toque maravilloso que da al balón cuando recibe en la banda y que lo aparta definitivamente de su marcador. Después, ni con un lazo. Generoso una vez más, regaló un pase de la muerte que Víctor supo interpretar. Un golazo. Fue una pena que, pese a sus denodados intentos de desmarque -algunos, excelentes-, el equipo no interpretase mejor los movimientos de Luque. Sobre todo con Valerón en el campo. Es cuestión de tiempo, pues hay que recordar que El Flaco también tardó bastante en ajustar su conexión con Makaay. Pero ojo con Valerón, que ya ha puesto a punto su regate. El Deportivo tenía aún en la retina la lección de precipitación que aprendió en Riazor la pasada temporada, precisamente contra el Manchester, y no quiso infravalorar de nuevo al rival. Pero quizá anoche se perdió demasiado en la circulación horizontal del balón y pecó de falta de profundidad en algún momento. Luque llegó a ser un inquieto robinsón en territorio enemigo. Hasta que Lynch le regaló un gol en propia meta. Esta vez fue Víctor quien devolvió al delantero la asistencia después de una jugada maravillosa, con bicicleta y caño incluidos. Otra delicia. En cuanto al United, lo que hizo ayer Ferguson fue sencillamente precioso. Blanc, Neville, Butt y Giggs cogieron de la mano a los cachorritos del filial para enseñarles a ladrar en esto del fútbol. Sir Alex Ferguson, que de tonto no tiene un pelo, armó el equipo con cinco hombres atrás para serenar a su pelotón de barbilampiños y para que intentaran con libertad tres o cuatro trastadas. Es cierto que su pequeño ejército de espinillas está verde todavía, pero cuidado porque podemos estar hablando de los granos más cotizados de Inglaterra en unos añitos. Y uno sólo siente envidia de la sana por no poder ver en el campo a algún chavalín disfrazado de blanquiazul. Otra vez será. Con este triunfo, el Deportivo cierra su participación en la segunda fase del torneo con siete puntos, cuarto y empatado a puntos con la Juve.