Irlanda desbanca a EE UU como primer exportador mundial de «software»

La Voz

GALICIA

Eire tiene ya 760 empresas autóctonas especializadas en innovación y alta tecnología Irlanda, que en la segunda mitad del XIX era una plataforma de emigrantes hacia Estados Unidos, es en el XXI la cabeza de puente de los norteamericanos para exportar sus productos informáticos a Europa y, en muchos casos, al resto del mundo. Esta radical paradoja ha provocado un alud que no para de crecer: Eire adelantó a los estadounidenses como primer exportador de «software» mundial. También hay empresas autóctonas, un total de 760.

27 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

El ingreso de Irlanda en la Unión Europea en 1973 fue fundamental a la hora de beneficiarse de los fondos europeos, pero también para acceder a un mercado que fue decisivo para su posterior especialización en alta tecnología. Las principales empresas estadounidenses utilizan ahora a Eire como trampolín para exportar sus productos informáticos a Europa. Esto explicaría un dato a primera vista sorprendente, como es que Irlanda lidere la lista de exportadores de software. Todas las grandes multinacionales del sector -Microsoft, Sun Microsystems, Dell, Intel, IBM, Hewlett-Packard...- están implantadas en la isla y dan trabajo a más de 10.000 personas. «En el caso de Microsoft, ha elegido Irlanda como centro mundial para la distribución de sus productos y para traducir su software a otros idiomas», señala Seamus Gallen, al frente del Consejo Nacional Informático, un organismo de Enterprise Ireland, la agencia que incentiva la creación de tejido industrial autóctono. Tecnología autóctona La asociación es fácil, pero ya hay quien se refiere a este país como el Silicon Valley europeo sin temor a quedar en ridículo. Son 760 las empresas irlandesas embarcadas en la creación de software y 140 las extranjeras, aunque éstas son de mayor tamaño. Entre las nativas destacan nombres como Iona, Riverdeep, Baltimore Technologies o Smart Force. «Si no fuera por la capacidad de Microsoft, el sector autóctono dominaría las exportaciones», matiza Seamus Gallen. Entre tanto éxito, también hay sombras. El capital de las nuevas tecnologías es caprichoso, y con la extensión de la Unión Europea a los países del Este, estas empresas pueden trasladar su centro de gravedad a otro lugar, con mano de obra más barata y quizás igual de cualificada. Intel y Dell ya han anunciado que retrasarán sus planes de inversión en la isla y algunos informes ponen cifras a este enfriamiento tecnológico: más de 3.000 personas perdieron su empleo en un sector que ya supone el 10% del PIB y que da empleo al cinco por ciento de la población activa.