Miles de estudiantes corean en Santiago consignas contra la reforma universitaria, Pilar del Castillo y Fraga Una oportuna versión de la conocida canción de Ketama es lo que canta en voz baja una alumna de Químicas delante de su facultad pasadas las once de la mañana. Y es que el estribillo «No estamos locos, que sabemos lo que queremos» bien podría ser la consigna que una fría mañana de noviembre animó a miles de universitarios a abandonar sus camas y salir a las calles compostelanas para protestar contra la reforma universitaria.
14 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.A LAS 11.30 de la mañana los universitarios se van congregando en la Alameda de Santiago. Ni el frío ni el sueño -visible en muchas caras- logran acallar el murmullo de miles de voces que poco a poco van invadiendo el lugar. Chicos y chicas; alumnos de la ESO, universitarios y profesores; jóvenes con palestinas y otros con el pelo engominado. En definitiva, gentes de diferentes clases y condiciones se dan cita para partipar en la multitudinaria manifestación. «Non vira tanta xente xunta desde aqueles incidentes polos horarios dos pubs», comenta Pedro sin disimular su ironía. La bandera que porta este estudiante de Historia pone la nota de color en la Alameda, junto con el resto de carteles y pancartas de las asociaciones universitarias y de algunos partidos y sindicatos. Un avión de cartón de la compañía Air LOU esquiva un gran dragón de plástico y papel para pasar en vuelo rasante junto a una enorme pancarta electoral del PP, que ha sido convenientemente retocada para la ocasión: el eslogan «Galicia non avanzará máis» acompaña al rostro sonriente de Fraga. Tras un rato de espera, que la gente de los megáfonos y los silbatos aprovecha para calentar el ambiente y despertar a las últimas víctimas de Morfeo, comienza a andar la comitiva. Destino: complejo de la Xunta en San Caetano. Información sobre la ley Becas, privatización y centralización son los temas que se comentan a lo largo del trayecto, y es que la mayoría asegura estar muy bien informada sobre la ley: «En las asambleas nos han explicado el proyecto del Gobierno», dice un futuro politólogo. «Quieren reducir las becas y desmantelar la universidad pública», explica una alumna de Magisterio. Pero lo cierto es que la mayoría de la gente se limita a cantar canciones dedicadas a la LOU, a Pilar del Castillo, y, en especial, a Fraga, y aprovecha los pocos momentos de silencio para hablar de otros temas. Una pintada en la puerta de una sucursal bancaria y otra en la pared de una residencia de monjas -para disgusto de una de ellas que asiste indignada al devenir de la procesión- dan fe de la gravedad de los incidentes que se producen al paso de la manifestación. Ante la Xunta A la una de la tarde, la manifestación alcanza su objetivo y comienza la lectura del tradicional manifiesto. «¿No es Fraga el de la ventana?», interrumpe alguien. La masa manifestante se olvida del orador y se gira hacia el complejo de la Xunta. Falsa alarma. Poco después, los manifestantes comienzan a dispersarse comentando con satisfacción la jornada matinal y citándose para la tarde en la Praza do Obradoiro. Son ya las seis, y una multitud, con el ánimo totalmente renovado tras la comida, ya está dispuesta enfrente de la fachada de la catedral para formar con sus cuerpos la frase «NON Á LOU». Es el colofón para una jornada en la que la mayoría de los universitarios se han unido por una causa común, pero aun así hay veredictos de toda índole. -«Total, no vamos a conseguir nada». -«¿Cómo no va a servir para nada lo que hemos hecho hoy?».