La calle Príncipe de Vigo, la más cara de Galicia para alquilar un local comercial

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

LA GALICIA ECONÓMICA

M.MORALEJO

Los bajos más baratos, los de San Juan, en Ferrol; y los de O Polvorín, en Ourense

03 sep 2019 . Actualizado a las 12:19 h.

La crisis del pequeño comercio no cesa. Son muchos los propietarios de negocios que cada año tiran la toalla, devorados por los cambios en los hábitos de consumo, las rebajas casi permanentes y, sobre todo, la feroz competencia de los titanes de Internet. Asfixiados por unas ventas que no paran de caer y unos gastos cada vez más abultados. Entre ellos, los del alquiler.

Calculan en La Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores que en los últimos cuatro años, han cerrado en Galicia una media de más de dos comercios al día. Y alertan de que la sangría no tiene visos de parar. Tanto que podría alcanzar cifras históricas si las Administraciones no toman cartas en el asunto y ponen remedio a esa situación.

Ese reguero de víctimas deja tras de sí centenares de locales vacíos repartidos por todo el país. Crece la oferta, sí; pero los precios de los alquileres no bajan. O no lo hacen de manera significativa. Y en algunas de las principales capitales no paran de crecer.

En la comunidad hay 4.000 bajos que buscan inquilino, más de la mitad en A Coruña y Vigo Lo ha constatado la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), cuyo datos revelan que solo en las siete grandes ciudades gallegas y sus áreas de influencia hay casi 4.000 establecimientos comerciales que buscan inquilino. Prácticamente 200 más de los que había en febrero. A Coruña y Vigo concentran más de la mitad de ellos: un total de 1.100 locales cada una. Una oferta «más que suficiente» para atender la demanda, subrayan desde la Fegein. Claro que las necesidades no son las mismas en unos lugares que otros. «Nos encontramos, una vez más, con una Galicia de dos velocidades» aclara Benito Iglesias, presidente de la asociación. Y es que «40 de los 313 ayuntamientos gallegos concentran el 80 % de la oferta y la demanda». Mientras que en el resto «la actividad se limita en la práctica al núcleo más céntrico del municipio». Unas cifras estas que, a juicio de Iglesias evidencian «la despoblación y el envejecimiento de las localidades de menos de 5.000 habitantes y su escaso poder para atraer nuevas actividades económicas y para fijar población». Municipios que no seducen a los emprendedores y en los que, además, la falta de relevo generacional engorda casi cada día esa cifra de locales vacíos que, muy posiblemente, no se vuelvan ya nunca a alquilar. Una situación que afecta sobre todo al rural y que se ve agravada, asegura Iglesias, «por el cierre masivo de oficinas bancarias, antes sostenes de la actividad económica» en esas localidades. De ahí que desde las inmobiliarias reclamen a las Administraciones apoyos fiscales para arrendadores y arrendatarios en los pequeños concellos de interior, que muevan el mercado.

Otra vez la brecha entre la Galicia urbana y la rural.

Pero tampoco todo el monte es orégano en las ciudades. Las calles más céntricas están copadas por las grandes marcas y franquicias o la periferia por no poder hacer frente al desembolso que entraña alquilar un local en las calles de más tránsito comercial.

De acuerdo con los datos que maneja Fegein, son los inmuebles de A Coruña los que más caros resultan para el bolsillo de los comerciantes: 11 euros de media. En el lado opuesto, Ferrol, donde alguien que quiera montar un negocio a pie de calle ha de pagar una media de cinco euros por metro cuadrado. En Santiago son 9, los mismos que en Pontevedra; 7 en Vigo; 6,10 en Ourense y 6 en Lugo.

Hasta 16 veces más

Eso si lo que tenemos en la mano es la foto del conjunto de la ciudad, porque luego cada zona dentro de las urbes es un mundo. Y los precios muy dispares. Tanto que en lugares como Vigo se llega a pagar hasta 16 veces más por arrendar un bajo en el área más cara. Es precisamente Vigo quien alberga la zona con el precio por metro cuadrado más elevado de Galicia: la calle Príncipe, donde el coste medio está en 48 euros por metro cuadrado. En el lado opuesto, la calle San Juan en Ferrol y el área de O Polvorín en Ourense, donde se pagan poco más de dos euros.

Desde la Fegein recuerdan a los propietarios de locales que mantenerlos representa unos gastos medios anuales de 3.000 euros (comunidad, IBI, servicios de agua y luz...) y les advierten que es mejor fijar un alquiler acorde con el mercado que tener un inmueble vacío que solo les ocasiona gastos y que se deteriora por la falta de uso. «La restructuración del sector financiero, y lo que queda aún por venir, ha provocado que cientos de locales en los últimos años hayan quedado vacíos en los centros y semicentros de las ciudades y municipios más poblados. Sus propietarios aún no han entendido que ese perfil de cliente ya no volverá» argumenta Iglesias. «Y hasta que no lo comprendan, no bajarán los precios», sentencia.