Aprendiendo a irse de Copas

FUTBOL GALLEGO

07 may 2015 . Actualizado a las 19:47 h.

Allá por el mes de septiembre, en mi primer día de universidad, un señor "pelao" y bien vestido nos dio a los nuevos alumnos una charla de esas que recuerdas toda la vida. El lema de aquel acto de bienvenida ("Es tu momento, juégatela") era sencillo, se entendía a la perfección, sonaba bien... Podría ser tranquilamente el slogan del anuncio de una partida de póker, la frase motivacional de Luis Enrique a Messi antes de medirse al Bayern... Pero era el cartel de mi generación y pretendía ser también la "joya" literaria de la jornada. Sin embargo, y contra todo pronóstico (por lo menos para nosotros, los estudiantes), ese día el protagonismo no fue para la pensada "quote" sino que acabó recayendo sobre las palabras de un conocido profesor. Serio y sin levantar apenas la voz, el doctor nos soltó a los ilusionados novatos: "Vuestro objetivo en la carrera tiene que ser aprender a iros de copas". Alucinados, empezamos a mirarnos los unos a los otros sin decir nada. ¿Qué le estaba contando un ilustre licenciado a aquellos jóvenes estudiantes? ¿Eran las palabras adecuadas? ¿Era el momento? ¿Habíamos escuchado bien? Él, por si acaso, insistió en sus "copas".

Meses después pensándolo en frío, hice mía aquella frase, pero en un contexto bien distinto... Habitualmente, en el fútbol profesional masculino, las copas más importantes de cada país se van desarrollando simulteánemente con el título liguero. Sin embargo, en el femenino, la organización varía un poco. Ya sea en Primera, Segunda o Regional, por tradición, el torneo del KO se inicia al finalizar la competición por la Liga.

Muchos son los equipos que, con los objetivos ya cumplidos, acuden a la Copa con la única misión de presentarse a los correspondientes partidos y de paso no fallar al compromiso que tienen con la Federación territorial y con el escudo que llevan en el pecho. ¿Si la suerte les sonríe y están en la siguiente fase? Genial. ¿Que el equipo cae "por culpa" de las sobrecargas y harto de tanta pelota? No pasa nada, el año ya está "hecho".

Otros, tras una mala campaña, intentan hacer los deberes a última hoea, en una leve pretensión de demostrar, ya en el tiempo de "añadido", que realmente había equipo para más, que no hubo fortuna, pero hay buenos mimbres para la campaña venidera.

Por último, queda el grupo de los futbolistas, esos que detestan perder incluso a las chapas en las fiestas veraniegas del pueblo. Llegan a la Copa tras completar un gran campeonato liguero, y van a por ella, paso a paso, no se ponen límites y plantean cada partido con la seriedad que se merecen todas las competiciones oficiales.

Probablemente los miembros de los tres grupos citados sean buenos jugadores de fútbol, pero en su mente hay un contenido innato que los distingue: la pasión en lo que hacen y su compromiso y profesionalidad. Claro que todos quieren ganar, pero igual los más "serios" lo desean un poco más y hacen méritos para ello. Igual entienden mejor el cuándo y el cómo, igual saben que hay tiempo a todo, y qué cada ocasión es creada para lo que es.

Así, con la Liga ya terminada, los gallegos de Segunda División nacional (y Primera Gallega) dan ese paso post Liga e inician la pelea por "el otro" título del año.

Pensándolo bien y fijándose en lo que viene, igual estaba en lo cierto Javier Mula de Morfeo y el objetivo de la carrera universitaria (y del fútbol, o la vida, en general) es ese: saber irse de copas. No sé si refería a esta Copa Galicia o a la del nocturno Amura... Pero sí, probablemente aquel "viejo" sabio tuviese razón. O no. Por si acaso, vamos a por el cetro, lo que pase después, en vacaciones, será el "otro fútbol"... Que también hay que saber jugarlo.