«El ataque de las cabras»: La novela más «abracadabrante» del año que te hará reír y llorar

FUGAS

La segunda obra de Laura Chivite, ganadora del Premio Ojo Crítico de Narrativa en el 2022, vuelve a reventar los termómetros del ingenio

28 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay que evitar la hipérbole siempre que se habla de nuevos talentos porque a menudo a un gran debut no le sigue un gran segundo asalto. No obstante, pueden olvidar esa premisa con total tranquilidad cuando hablen de Laura Chivite (Pamplona, 1995), la joven que en el 2022 logró el Premio Ojo Crítico de Narrativa por su primer libro, Gente que ríe, y que ahora vuelve a reventar los termómetros del ingenio con su segunda obra. Como ella misma diría: es una cosa «abracadabrante».

En El ataque de las cabras la protagonista no tiene nombre. Tampoco mucha autoestima ni estabilidad emocional. Ahora vive sola, pero durante dos años de su vida vivió con su tía Lidia, justo mientras cursaba el bachillerato en ese tiempo de «exploración adolescente en el que cualquier cosa que se desvíe un poco de la norma te deslumbra». Y la tía Lidia no seguía normas. Estaba como una cabra. Su espíritu de vieja gloria del punk la hacían la compañera de piso ideal para esa época en la que una forja su carácter y aprende a hacerse mayor. A través de la divertidísima, surrealista y tragicómica historia de los meses en los que tía y sobrina compartieron hogar, Chivite explora cómo creamos nuestra propia identidad y cómo los referentes que buscamos —y los que nos llegan de casualidad— pueden hacer que nuestro destino siga caminos muy diferentes.

«Es todo ficción», decía en una entrevista la autora, que también durante un par de años se fue a vivir al refugio que le supuso la casa de su tía. Segundos después se corregía: «Es casi todo ficción».

Y dejo lo mejor para el final: Lidia no es solo ingeniosa, independiente y todo lo contrario al peor enemigo de cualquier adolescente —su madre—, sino que también tiene poderes mágicos. Pero solo cuando está triste.

«La única manera de entenderlo es no intentar entenderlo», dice la protagonista, refiriéndose al mundo. Y es precisamente la mejor manera de leer a Chivite. Dejándose llevar por el genial y caótico torbellino de esta historia.