«La cuenta atrás», el cómic que afloró entre el chapapote

FUGAS

Coincidiendo con el vigésimo aniversario del hundimiento del Prestige, Carlos Portela y Sergi San Julián han logrado completar, al fin, su ficcionada versión de aquel siniestro

30 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Las vueltas que ha dado este cómic hasta llegar al fin a las librerías no han sido tantas como las del barco en las que se inspiró, pero también tiene sus curvas. La historia del Prestige arranca en 1976, cuando fue botado, y acaba en noviembre del 2002, unas semanas después de salir de Riga, cuando acabó hundido frente a las costas gallegas dejando un rastro de toneladas y toneladas de petróleo que acabaron en playas, rocas, marisco y aves. La historia de este libro arranca en el 2007 en forma de primera parte llevada a imprenta por una editorial gallega, desaparece luego del mapa su continuación, se intenta seguir la edición a través de un micromecenazgo, se estanca, y finalmente, en el 20.º aniversario de la tragedia que relata, termina por completarse. Carlos Portela y Sergi San Julián han necesitado sus 15 años para presentar este ya finalizado A conta atrás / La cuenta atrás (hay versión en gallego y en castellano, con misma editora)

Lo cierto es que, leído ahora de un tirón, no se advierte que esta novela gráfica se construyera en momentos diferentes; ni en el estilo, ni en el guion. Tampoco se advierten lejanos los ecos de aquellos meses finales del 2002 e inicios del 2003 en Galicia, cuando una enorme marea de indignación y también de solidaridad colocó un rincón del noroeste peninsular en el mapa mundial. Hizo falta para ello un desastre ecológico, y social, como no se recordaba en Europa.

Y es precisamente ahí cuando se relata la llegada de los voluntarios, cuando se expresa la rabia palpable en pueblos y aldeas de la costa donde se recogían con capazos, o con las manos, kilos de chapapote, es en esos momentos casi documentales, cuando este cómic se encuentra más cómodo, porque también tiene bajones narrativos, y algunos brochazos gruesos, como cuando se adentra en la manipulación de los medios o en la utilización de marineros y vecinos. Demasiado simplificado cuando había tantas aristas.

El guion del gallego Carlos Portela — verdadero promotor de esta obra— invita a dar voz a lo colectivo, a lo que verdaderamente fue entonces la catástrofe del Prestige: un drama coral. Se advierte a través de sus páginas la intención con la que llegaron miles de voluntarios para limpiar; la pasión de los vecinos para denunciar primero, achicarse después, y aplaudir finalmente cuando llegaron las ayudas; la rapiña de dirigentes políticos que advirtieron la oportunidad de medrar; o el mercadeo en el que se vieron metidos unos y otros cuando el asunto pasó de ser una tragedia económica y social a una oportunidad de cambio político, o de mera continuidad. En algunos casos, narrado con trazo grueso, en otros con una exquisita pulcritud. Y con espejos distorsionados. En las páginas de A conta atrás / La cuenta atrás hay un periodista que intenta contar lo que ve en los pueblos afectados, y una presentadora que intenta sacar tajada aprovechando su defensa de un político; hay vecinos que se aprovechan de los fondos que llegan y otros que ven una ventana abierta para cobrarse afrentas; hay una voluntaria que se enamora y desengaña casi con la misma rapidez; y hay de fondo un Gobierno que quiere pasar página cuanto antes, pero donde también hay quien intentará aprovecharse personalmente. Debates que se advertían en los cientos y cientos de páginas que publicó La Voz en aquellos meses; entonces internet era algo primitivo, quién sabe cómo se vería esa tragedia hoy con los móviles en los bolsillos.

Historias todas ellas que los creadores se han cuidado mucho de ficcionar. Hasta el nombre del pueblo en el que se sucede la mayoría del relato no existe en la realidad (¿es Muxía, Cee, Corcubión?), y tampoco se advierten siglas de partidos o ciudades con precisión, salvo una bella estampa del Obradoiro abarrotada para protestar por la gestión de aquel desastre. Todo construido de una forma bien original, de atrás hacia delante, una licencia para narrar algo que parece tan manoseado. Y arranca con aquel desafortunado y tramposo eslogan gubernamental: «Las playas están esplendorosas». Hoy, veinte años después, sí que lo están. Parece cosa tan pretérita...

«La cuenta atrás / A conta atrás»

Carlos Portela (guion) y Sergi San Julián (dibujo). EDITORIAL ECC Cómics. Color PÁGINAS 200 PRECIO 23,5 Euros